La dieta española ha experimentado un claro deterioro en los últimos años, marcando un alejamiento progresivo de los principios de la tradicional Dieta Mediterránea. Según varios estudios análisis, los españoles cocinan menos en casa, compran más alimentos procesados y consumen menos frutas y verduras frescas.
De hecho, informes adicionales indican que sólo un 53 % de la población ingiere fruta fresca todos los días y apenas el 32,6 % consume verduras diariamente. Y en el caso de los niños, se observa que casi la mitad de su dieta procede de alimentos ultraprocesados.
Por otro lado, el aumento del consumo de alimentos ultraprocesados —ricos en azúcares, sal, grasas y aditivos— es alarmante. Más del 50 % de los españoles afirma consumirlos de forma habitual.
La dieta española cambia hacia los ultraprocesados: más grasa, azúcar y sal
La dieta de los españoles ya no es tan equilibrada como antaño. Cada vez hay más presencia de grasa de origen animal, azúcar añadido en los alimentos envasados, sal y muchas calorías.
Al mismo tiempo, está disminuyendo la ingesta de los alimentos que se debería comer en mayor cantidad, esto es, hidratos de carbono integrales y fibra, pescado, fruta y verdura.
Los expertos en nutrición defienden una alimentación variada y equilibrada
La transformación de los hábitos alimentarios se refleja en el auge de los platos preparados, cuyo consumo ha aumentado un 38% en la última década.
El boom de los platos preparados: 38 % más en diez años
Las pizzas, rebozados industriales, pastas rellenas o postres lácteos triunfan por su comodidad y precio moderado, pero suelen contener más sal, azúcares y grasas saturadas, así como aditivos, que los hacen menos saludables que una comida casera elaborada con productos frescos.
Los expertos en nutrición defienden una alimentación variada y equilibrada, cuidando que:
- Al menos tres cuartos de los alimentos sean de origen vegetal, es decir, verduras y hortalizas, cereales integrales, legumbres y fruta;
- Pobre en azúcar, menos del 5 % de la ingesta calórica (unos 25 g al día);
- Pobre en sal, menos de 5 g al día (una cucharadita) y preferiblemente yodada;
- Con pocas grasas, mejor que sean insaturadas (presentes en pescados, aguacates, frutos secos, aceite de oliva y semillas) en lugar de saturadas (carne grasa, aceite de palma y coco) y evitando las grasas trans.
¿Cuánto cuesta una cesta que siga las recomendaciones nutricionales?
Con la idea de ayudar al consumidor a ahorrar en la compra, todos los años se realiza un estudio de precios en los supermercados. Basándose en unas cestas muy completas, se calcula su precio en más de 600 supermercados de 183 localidades y así se obtiene un ranking de las cadenas más baratas.
La cesta está compuesta por un total de 241 productos, entre los que se encuentran alimentos frescos y envasados y productos de limpieza e higiene. En el estudio de precios de supermercados de 2025 se observa que esa cesta se ha encarecido un 3% desde el anterior estudio de 2024. El encarecimiento de un 8% de la cesta de alimentos frescos es el principal responsable de tal subida.
Según varios estudios análisis, los españoles cocinan menos en casa, compran más alimentos procesados y consumen menos frutas y verduras frescas.
¿A cuánto asciende la compra de una cesta de alimentos aptos para seguir una dieta saludable frente a una cesta donde convivan alimentos sanos e insanos? Para ello, de la cesta se extraen dos subcestas y se comparan los precios:
- Se eliminan productos de higiene y limpieza y dejamos los alimentos y bebidas (224 productos en total). El coste medio (alimentación) es de 181,18 euros/mes por persona.
- En una segunda barrida se deja solo los alimentos y bebidas que por su composición son válidos para seguir una dieta saludable y se añaden algunos otros productos. Para el cálculo de esta Cesta Saludable (105 productos en total), se han diseñado diferentes menús sanos, ajustando las cantidades necesarias de cada alimento y su precio real. El coste medio es de 215,78 euros/mes por persona.
La diferencia de precio entre ambas cestas es de casi un 20%.
Los súper más baratos para comer sano
Según en qué supermercado se haga la compra, el precio varía mucho, y es ahí donde se puede ahorrar. La cadena donde resulta más barata es Family Cash, mientras que los establecimientos más caros son Hipercor y Sorli: el 31% que los distancia se traduce en unos 690 euros extra al año por persona.
En todos los establecimientos se observa el mismo hecho: en cuanto se mete el factor comida saludable, el importe del tique se encarece. Incluso en el súper más barato, Family Cash. En el conjunto del estudio, la compra de la Cesta Saludable sale, de media, un 20% más cara que la Cesta OCU de alimentos en general (sanos e insanos).
En las islas y en algunas ciudades donde los precios suelen ser siempre más altos, comer sano también resulta allí más caro. En El Corte Inglés de Las Palmas de Gran Canaria se encuentra la Cesta Saludable más cara, mientras que la más barata se ubica en un Alcampo de Vigo: la diferencia entre ambos es de casi 100 euros al mes, es decir, 1.056 euros anuales por persona.
Qué recomiendan los expertos para una dieta equilibrada
¿Qué se puedes hacer para aligerar un poco el coste de seguir una dieta saludable? Estas son algunas recomendaciones generales:
- Planifica la compra con una lista cerrada: evitarás tentaciones poco saludables y costosas.
- Compra productos de temporada de fruta, verdura y pescados: es cuando ofrecen mejor calidad y precio.
- Consume pescados y verduras congeladas: suelen ser más baratos y mantienen el valor nutricional.
- Compra piezas enteras de carne o pescado para despiezar y congelar según el uso que le vayas a dar.
- Aprovecha las ofertas en productos próximos a caducar que ofrecen la mayoría de los supermercados
El deterioro de los hábitos alimentarios tiene consecuencias claras para la salud pública: el aumento del sobrepeso, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2 están relacionadas con esta pérdida de calidad dietética.
En resumen, la dieta española está “rompiéndose”: se consumen menos frutas y verduras frescas, y más alimentos ultraprocesados. Esta inversión de tendencias plantea un serio reto nutricional y de salud pública, que exige políticas activas y campañas de sensibilización para volver a los fundamentos de una alimentación saludable. Seguir leyendo en ECOticias.com
















