Para una vida saludable no hay duda de que las frutas y verduras seguras son un factor imprescindible. La manipulación de los alimentos es un momento fundamental. Pero no solo en la cocina, sino también al hacer la compra, al almacenarlos o al prepararlos. Ninguna precaución está de más porque en hacerlo bien y de manera eficaz, nos va la salud de nuestra familia. Así que pongamos en práctica estos útiles consejos del Ministerio de Consumo.
Frutas y verduras seguras en la compra
- Observa que no tengan magulladuras ni daños externos. Su superficie tiene que estar limpia y sana, con el brillo y el color propio de la especie de que se trate. Elige siempre alimentos ecológicos.
- Para su transporte a casa, pon las frutas y verduras separadas de carnes, pescados, mariscos y productos de limpieza. Usa bolsas biodegradables o reciclables.
Frutas y verduras seguras en casa
- En general conserva las frutas y verduras en la nevera. Dentro de ella, deben separarse del resto de los alimentos cocinados y crudos y almacenarse en la zona menos fría (cajones).
- Hay frutas y verduras, que por su naturaleza y grado de maduración, se pueden conservar a temperatura ambiente, pero siempre por periodos cortos (como cebollas y cítricos en general).
- Cuando compres frutas y verduras cortadas y/o peladas, o las prepares en casa, consérvalas en el frigorífico.
Frutas y verduras seguras en la cocina
- Manipula siempre las frutas y verduras separadas de otros alimentos, con especial cuidado cuando se vayan a consumir en crudo.
- Lávate las manos: antes y después de cada preparación.
- Todos los utensilios y superficies de cocina que vayas a utilizar deben estar limpios y secos.
- Corta las partes dañadas.
- Recuerda: las hierbas aromáticas frescas (perejil, albahaca…) y los brotes de semillas (soja) las debes lavar igual que las frutas y verduras.
¿Cómo se lavan las frutas y verduras?
- Lávalas bajo el chorro del grifo, aunque vayas a pelarlas, pues así evitas que la contaminación pase del cuchillo al alimento.
- Usa cepillos específicos para las superficies de las frutas de cáscara dura (melón, sandía…) o algunas verduras (pepino, calabacín…).
- Sécalas con papel de cocina.
- Además, si vas a comer fruta cruda con piel, verdura cruda (lechuga, espinacas…) o verdura cruda con piel (pepino) sumérgelas durante 5 minutos en agua potable con 1 cucharita de postre de lejía (4,5 ml) por cada 3 litros de agua. Después acláralas con abundante agua corriente.
- La lejía debe estar etiquetada como “apta para la desinfección de agua de bebida”.