Día Mundial de la Croqueta 2022. La croqueta nació en Francia en el siglo XVI, aunque se consolidó como preparación en el siglo XIX. En el recetario llamado ‘El cocinero real y burgués’ ya figuran como parte de algunos menús. De hecho, se dice que fueron creación de un cocinero de la corte de Luis XIV.
Y que las inventó para ‘reciclar’ los restos de las opíparas comilonas reales, que le parecían un auténtico despilfarro. Por lo que las primeras croquetas incluían aves, arroces, pescados, callos, hierbas o incluso trufas. El nombre de este plato proviene del término francés, “croquer”, en alusión a lo crujiente del pan rallado que las recubre.
Las croquetas invaden España
Independientemente de su origen real o campesino, la croqueta desembarca en España con las tropas francesas, Llegaron entre 1808 y 1814, cuando Napoleón Bonaparte invadió la península y su hermano José tomó posesión de la corona. La croqueta conquistó con rapidez a los españoles, quienes la incorporaron definitivamente en sus libros de cocina.
En 1830, más de una década después de la guerra, las mujeres españolas ya cocinaban sus propias croquetas. La primera referencia escrita en España menciona las croquetas de arroz, rellenas y endulzadas. Porque eran un plato que se servía de postre. Se hacían con arroz con leche y canela y se empanaban doblemente.
Con el tiempo, la croqueta francesa y la croqueta española se distanciaron y comenzaron a distinguirse una de otra. Según comenta Emilia Pardo Bazán en su libro ‘La cocina española moderna’, publicado en 1917, la croqueta ganó mucho cuando llegó a España. Y luego entraba en detalles describiendo a la croqueta francesa como ‘enorme, con forma de corcho, dura y blanda’. Por oposición, destacaba que: ‘cuando están bien hechas, las croquetas españolas quedan tan tiernas y blandas que se deshacen en la boca’.
Un libro de cocina que data de 1924 explicita que es necesaria la preparación de una buena bechamel, la famosa salsa francesa. Pero solo como base, puesto que ya se habla del agregado de jamón, carnes variadas, pescados y verduras. Y a día de hoy, si se emplean alimentos ecológicos, mejor que mejor.
Las seductoras croquetas
En España no hay duda de que son un plato tan popular como típico. Una vez asentadas, las coquetas solo mejoraron. Y se adueñaron del corazón y el paladar de cada región. Un manjar que ha seducido a toda la península y que en cada rincón tiene su propio y particular toque mágico. Generalmente gracias a los ingredientes locales.
Porque quien dice plato popular, se refiere sin dudas a los ingredientes básicos. Y para hacer croquetas solo son necesarios unos restos de comida. Esto las ha convertido en una solución fácil, económica y práctica. Una preparación que se suele relacionar con las ‘abuelas’ y que los españoles adoran.
Para todos los gustos
Con el paso de los años, las croquetas se hicieron cada vez más atractivas y se incluyeron en todas las cocinas de España. Pero su popularidad se disparó a mediados del siglo pasado, gracias al turismo. En ese momento dieron el paso desde la cocina popular y se adentraron en el mundo de la gastronomía y la restauración, ganándose un lugar más que merecido.
A día de hoy las croquetas ya no son solo una solución para evitar el desperdicio alimentario. Se han convertido en estrellas con brillo propio. Las hay prácticamente para todos los gustos y opciones: vegetarianas, veganas, de alta cocina, etc. Pero las mejores, siguen siendo las que preparan las abuelas. Día Mundial de la Croqueta 2022.