Italia prefiere la ganadería intensiva a la carne cultivada. Eurogroup for Animals explica que esta propuesta se basa en falsas afirmaciones ideológicas y alarmistas, científicamente inexactas. Las mismas se esconden detrás de la protección al consumidor, pero lo que en realidad pretenden proteger al sector de la ganadería altamente intensiva.
El gobierno ha aceptado plenamente las demandas de Coldiretti, la asociación gremial de agricultores, que desde hace meses realiza una campaña de satanización de la carne cultivada para salvaguardar los intereses de sus afiliados ganaderos.
Esta campaña ha difundido afirmaciones exageradas y erróneas a los consumidores, que tienen derecho a recibir información completa y correcta para poder tomar decisiones informadas. Y eso no será posible mientras se describa ‘oficialmente’ a la carne cultivada como ‘comida Frankenstein’. En vez de reconocer que en realidad se consideraría un alimento ecológico. Sostenible, sin emisiones, ni hormonas, ni antibióticos.
Menos información y libertad
El resultado de tal prohibición solo será la ralentización de la investigación y la competitividad italianas en este nuevo sector. Dejando al país rezagado en mercados de enorme importancia mundial en el futuro. Y que ofrecerán oportunidades de crecimiento económico y empleo.
Proteger un sector obstaculizando o prohibiendo el desarrollo de otro representa una grave limitación a la libertad de elección de los ciudadanos. Además, si se espera un fuerte crecimiento global de la carne cultivada, la posición actual del gobierno ciertamente no es ambiciosa para Italia.
A día de hoy la ciencia y los negocios nos ofrecen una alternativa más sustentable a la agricultura intensiva, que no solo es pésima para los animales, sino también para el medio ambiente. Pero el gobierno italiano parece querer permanecer anclado en un sistema que sabe a pasado, ineficiente y ambientalmente insostenible”.
Encuestas europeas
Según una encuesta encargada por Good Food Institute Europ , los italianos se encuentran entre los ciudadanos más receptivos de Europa. a la carne cultivada. De hecho, un 55% de los encuestados se han mostrado interesados en degustarla. Con una relevancia significativa en el segmento más joven de la población. El principal motivo de esta elección es precisamente el interés por reducir el impacto ambiental de los alimentos y evitar el maltrato animal.
La carne cultivada ofrece la posibilidad de consumir un alimento similar a la carne que actualmente se ofrece en el mercado, Pero con una producción basada en la sostenibilidad, por lo que resultaría mucho menos contaminante que la ganadería intensiva actual. Sobre todo, salvaría la vida de millones de animales.
Un estudio publicado también en el sitio web de la Comisión Europea da datos muy significativos al respecto. Señala que, si toda la carne producida en la UE fuera reemplazada por carne cultivada, las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de tierra y agua disminuirían en un 98,8%, 99,7% y 94% respectivamente. Italia prefiere la ganadería intensiva a la carne cultivada.