La NASA y Elon Musk han unido sus fuerzas por el bienestar del planeta. Lo que te vamos a contar sobre este satélite te va a sorprender. Va a desentrañar el misterio más grande del calentamiento global, del que ya hemos visto alcances devastadores como lo sucedido en el Amazonas. Este dispositivo dará información crucial sobre la Tierra, de manera que podremos saber exactamente en qué punto estamos.
El empresario y la entidad tienen un importante objetivo por delante y no están dispuestos a defraudar a quienes confían en el proyecto.
Se espera que la situación de nuestro planeta mejore mediante la llegada de información del espacio exterior.
El innovador satélite medirá la contaminación ambiental cada hora. Mejorará las alertas en casos de mala calidad de aire. El misterio que quedará resuelto es cómo se distribuye la contaminación de bosques y océanos.
Ahora podremos tener una idea más precisa de lo que está sucediendo y podrán tomar decisiones con la antelación suficiente.
Elon Musk y la NASA se unen para lanzar un innovador satélite multipropósito
Este satélite multipropósito despegó hace meses desde Florida, Estados Unidos. De esta manera, se envió un dispositivo al espacio con un instrumento de la NASA incorporado que permite la medición hora por hora, barrio por barrio, de la polución del aire en América del Norte.
Dicho lanzamiento se hizo a bordo el cohete Falcon 9 de Space X desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral. Este es un satélite de comunicaciones Intelsat40w, que fue equipado con el módulo TEMPO (Tropospheric Emissions Monitoring of Pollution) para detectar la polución.
El desarrollo estuvo a cargo de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) con la colaboración de Ball Aerospace. Se trata del cuarto lanzamiento de la primera etapa del cohete de la compañía de Elon Musk, que volvió a la Tierra, aterrizando en el océano atlántico.
Su aterrizaje se dio en la plataforma no tripulada A Shortfall Of Gravitas y tuvo lugar tan solo nueve minutos después del lanzamiento.
De manera aproximada, media hora después del lanzamiento, Intelsat40e fue trasladado por la etapa superior del cohete Falcon 9 hasta llegar a su destino, una altitud de 36.000 km del ecuador.
La herramienta científica llamada TEMPO tendría que permitir seguir la difusión de la contaminación con mucha más previsión de la que tenemos ahora, desde su fuente emisora y conforme se va propagando con el viento.
Tiene varias aplicaciones. Por un lado, mejorar las alertas de mala calidad de aire, estipular mejor cuáles son los lugares en los que se deben instalar nuevos detectores en el suelo y contribuir a la investigación sobre el impacto de los contaminantes atmosféricos sobre la salud.
También miden la contaminación generada por los incendios, que son cada vez más frecuentes por el aumento del calentamiento global.
Elon Musk se une a la NASA y lanza un satélite insólito
Si nos ceñimos a los datos nos damos cuenta de que este invento es más que un producto innovador. Se trata de una necesidad en muchos casos. Alrededor del 40% de los estadounidenses (unos 137 millones de personas) viven en zonas con mala calidad del aire, según la Asociación Estadounidense del Pulmón.
Las áreas más pobres se ven altamente perjudicadas. Esta polución del aire ocasiona alrededor de 60.000 muertes prematuras por año en EEUU. También es malo para la economía, debido a su impacto sobre la productividad de los trabajadores y los cultivos.
“Podremos tener mediciones todos los días sobre Nueva York o cualquier otro punto del país”, expresó en rueda de prensa Caroline Nowlan, física atmosférica del Centro de Astrofísica.
TEMPO trabajará por lo menos dos años, pero puede que esté mucho más. La NASA y Elon Musk han unido fuerzas para lograr algo grande. Sin embargo, todavía hay muchos aspectos a mejorar en lo que concierne al espacio.
Por ejemplo, en el caso de la NASA, todavía debe enfrentar la escasez de agua y comida en sus viajes al espacio con seres humanos, aunque esta solución puede ayudar.




















