Ha surgido una nueva propuesta de combustible a partir de huesos en el sector energético. Mientras el combate contra el cambio climático se ha transformado en una carrera contrarreloj, la búsqueda de soluciones sostenibles es cada vez más urgente.
Transformar el dióxido de carbono (CO2) en metano (CH4), un combustible útil es una de las más interesantes. Entre las técnicas destacadas, resalta la metanación de CO2. Se trata de una técnica revolucionaria que podría marcar para siempre la industria energética.
No obstante, la implementación a gran escala de este procedimiento ha sido acotada debido a la falta de materiales catalíticos, sostenibles y rentables. Los recursos catalíticos aceleran las reacciones químicas.
Combustible óptimo a partir de huesos: parece una utopía, pero es real
Después del shock mundial creado por el fin de los combustibles fósiles, entra en la escena el biochar o biocarbón procedente de los huesos de aceituna. El pase del dióxido de carbono a metano no solo contribuye a bajar las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también brinda una fuente de energía renovable.
Dicho procedimiento alberga potencial suficiente para implantar grandes cambios en la industria energética. No obstante, para que sea viable son necesarios catalizadores eficientes y sostenibles. El empleo de biochar, con origen en residuos agrícolas, como los huesos de aceituna, proporciona una solución prospera.
Los olivares, ampliamente conocidos como un símbolo mediterráneo, también representa una fuente invaluable de biomasa renovable. España, líder global en la producción de aceitunas, dedica alrededor de 2,75 millones de hectáreas al cultivo de olivos, reporta The Conversation.
Zonas como Andalucía y Extremadura se hacen notar por su elevada producción. Su cultivo origina una inmensa cantidad de residuos, entre los que se encuentran los huesos de aceituna. Tradicionalmente se los descarta.
No obstante, estos huesos “esconden” un considerable potencial como materia prima para aplicaciones sostenibles.
Es posible crear combustible con huesos de aceituna: increíble, pero cierto
Ocurre lo mismo que con las cáscaras de frutos secos. Los huesos de aceituna pueden convertirse en biochar, un material con varias aplicaciones. Abarca desde la mejora del suelo hasta la generación de energía.
La producción de biocarbón engloba el proceso de pirólisis de biomasa, como los huesos de aceituna, a temperaturas elevadas.
La pirólisis consiste en la descomposición por calor en ausencia de oxígeno. El material resultante es poroso, óptimo para empleos catalíticos. Por ejemplo, puede derivarse para la generación de metano a partir de dióxido de carbono.
La producción de biocarbones activos está obteniendo tracción a nivel global por sus múltiples destinos en agricultura, purificación de agua y mitigación del cambio climático.
Se estima que el mercado de biocarbones activos crezca a una tasa compuesta anual del 3,5% entre 2023 y 2030, llegando a un valor proyectado de 3500 millones de dólares estadounidenses para el final del periodo.
Para aprovechar lo máximo posible el potencial del biochar, es necesario que se someta a un proceso denominado activación química, que mejora sus propiedades y lo transforma en un soporte más eficaz para catalizadores.
Huesos de aceituna, el nuevo combustible que podría salvarnos del cambio climático
El uso de residuos agrícolas como huesos de aceituna proporciona una solución sostenible para la gestión de desechos e impulsa una economía circular.
Al transformar estos residuos en materiales de alto valor añadido, se acota la dependencia de recursos no renovables se minimiza el riesgo ambiental. Sumado a esto, es una fuente de ingresos adicional para los agricultores.
Este potencial de combustible a partir de huesos de aceituna es un descubrimiento que tiene al mundo en shock. En paralelo, aseguran que los biocombustibles con la única solución para descarbonizar las economías de Latinoamérica.