Australia podría quemar todas las baterías de litio tras aprender cómo atrapar y exprimir protones. El litio parece ser el recurso del momento y la clave para la revolución de la movilidad sostenible. Este metal es elemento clave en las baterías que abastecen los vehículos eléctricos y guardan energía para estabilizar las redes eléctricas, dado que la composición de las mezclas energéticas globales depende cada vez más de fuentes de energía variables como la eólica y la solar.
Aunque el litio se ha convertido, en muchas instancias, en sinónimo de “energía limpia” por su rol protagonista en las baterías de los coches eléctricos, la extracción del metal se vincula con un gran número de impactos ambientales negativos. Es cierto que estas baterías facilitan la instauración de las energías renovables y originan menos emisiones de carbono, pero su uso no queda exento de inconvenientes.
El proceso de obtención de litio mediante la minería tiene un efecto nocivo para el medio ambiente. Sobre este escenario se cierne el debate de hasta qué punto merece la pena la destrucción y contaminación a cambio de obtener preciados minerales que impulsan la economía verde.
Australia aniquila las baterías de litio: tiene algo mejor entre manos
Un grupo de investigadores de la UNSW Sydney (Australia) ha creado una nueva batería de protones que podría sustituir las baterías de iones de litio. Por estos motivos superpuestos, los investigadores han empleado mucho tiempo en nuevas formas que permitan a la humanidad alejarse del litio. En esta intensa búsqueda, un grupo de científicos UNSW Sydney puede haber realizado un importante avance.
Su modelo experimental de batería usa protones en lugar de litio, empleando un nuevo material orgánico denominado tetraamino-benzoquinona (TABQ). El material simplifica el rápido movimiento de los protones, que brindan abastecimiento a la batería.
“La batería ofrece un almacenamiento rápido de energía, un ciclo de vida prolongado y un funcionamiento eficiente incluso a temperaturas bajo cero”, consigna Interesting Engineering. Y agrega: “Este avance tiene el potencial de revolucionar el almacenamiento de energía, particularmente para aplicaciones como el almacenamiento a escala de red y los vehículos eléctricos”.
Si estas baterías pudieran implementarse a escala comercial podrían ofrecer importantes beneficios para las cadenas de suministro de energía limpia, además de para las comunidades y ecosistemas en los que se genera litio. Podría significar el fin para las baterías de litio convencionales. Algo que ya se veía venir cuando aparecieron estas enormes y coloridas baterías.
Australia deja en el pasado las baterías de litio: ahora el centro de todo es esta innovadora batería de protones
“Hemos desarrollado un nuevo material de molécula pequeña de alta capacidad para el almacenamiento de protones”, manifestó el profesor Chuan Zhao de la UNSW en un comunicado de prensa. La batería propuesta por Australia brinda un almacenamiento rápido de energía, un ciclo de vida prolongado y un funcionamiento eficiente incluso a temperaturas bajo cero.
“Combinada con un cátodo TCBQ, la batería totalmente orgánica ofrece un ciclo de vida prolongado (3500 ciclos de carga completa y luego agotamiento completo de la batería), alta capacidad y buen rendimiento en condiciones de frío, lo que la convierte en un paso prometedor para el almacenamiento de energía renovable”, subrayan los investigadores.
¿Por qué esta batería es la alternativa al litio?
Actualmente, la producción de litio está en su mayoría bajo el dominio de China, lo que genera grandes riesgos para la economía global, además de los específicos vinculados a su extracción. La extracción de litio suele caracterizarse por ser muy intensiva en agua, algo que plantea un problema en áreas desérticos donde se halla con frecuencia.
Pero la preocupación por el agua no es el único problema al que se enfrenta la industria del litio. Los químicos involucrados en la extracción de este metal son sumamente tóxicos. “Además, la extracción de litio daña inevitablemente el suelo y también provoca la contaminación del aire”, registra un informe del grupo internacional de activismo ambiental Amigos de la Tierra.
Hallar nuevas soluciones lejos del litio en las cadenas de suministro y fabricación de energía limpia podría ser una solución a estos problemas. Así es como Australia ordena quemar todas las baterías de litio y, en su lugar, atrapar y exprimir protones. Al mismo tiempo, Suiza ha creado una batería única en el mundo hecha de hongos.