Los coches de combustión y los de hidrógeno podrían quedar fuera de la partida con el ascenso de una tecnología revolucionaria. De hacerlo, no podrían competir contra ella. En la actualidad, gran parte de la población adulta disfruta de un automóvil. Se ve como un invento indispensable para la movilidad actual.
Es difícil de imaginar, pero hubo un tiempo en el que la humanidad no lo conocía. No fue hasta que Nicolas-Joseph Cugnot apareció en escena que el ser humano concibió la posibilidad de moverse en lugares diferentes a los que se encontraba naturalmente. Fue el primero que trató de adaptar el sistema de la máquina de vapor a un vehículo.
No fue un producto posible de conducir, pero sí sentó las bases de lo que vendría después. Poco a poco, los inventores fueron perfeccionando sus técnicas hasta que los automóviles se convirtieron en una realidad. En la actualidad, conviven en comunión coches de combustión, eléctricos y de hidrógeno.
Los coches cambiarán para siempre: para verlo, solo tenemos que prestar atención a esta tecnología
Después de saberse lo que Alemania pretende hacer con sus coches eléctricos, ha salido a la luz lo que está pasando con las baterías de estado sólido. Se espera que esta tecnología convulsione por completo el sector de los coches eléctricos.
Fabricantes de automóviles y corporaciones tecnológicas de baterías se están viendo atraídas por estos aparatos. Quieren ser los primeros en decir “presente” en la carrera por la revolución eléctrica. La firma de investigación de Rho Motion (Reino Unido) advierte que existe un punto de inflexión que llega desde China, donde dos fabricantes de automóviles ya anunciaron baterías semisólidas: Nio e IM Motors.
También se escuchan nombres reconocidos como Volkswagen, Mercedes-Benz, Stellantis, BYD, Nissan y Toyota. Todas estas marcas han agilizado en simultáneo los planes para crear y comercializar baterías de estado sólido, con la fecha de meta principalmente en 2027-2028.
Usan un electrolito sólido, generalmente un material cerámico. Teóricamente, esta tecnología brinda grandes beneficios, como una mayor densidad energética, carga más rápida, mayor seguridad y disminución de costes de fabricación a largo plazo.
Los coches eléctricos esperan por unas nuevas baterías
Sumado a esto, lo que espera el sector es que las baterías de estado sólido contribuyan que los fabricantes occidentales localicen sus propias cadenas de suministro. De esta manera, acotarían su dependencia del mercado chino. Esta tecnología todavía enfrenta múltiples retos técnicos y de costo.
En la actualidad, esta tecnología todavía se enfrenta con varios desafíos técnicos y de costo. Algunos problemas comunes tienen que ver con hinchazón durante la carga, degradación del rendimiento después de varios ciclos de uso y costos de producción mucho mayores que los de las baterías convencionales.
Bajo este marco, algunas firmas eligen un camino intermedio con baterías de estado semisólido, combinando electrolitos sólidos y líquidos. Todo esto para aprovechar los beneficios iniciales en seguridad y densidad energética conservando en simultáneo la viabilidad de la producción.
Los fabricantes de coches occidentes como BMW, Mercedes y Stellantis están dedicados a la investigación por medio de alianzas con compañías tecnológicas como Factorial Energy.
Al mismo tiempo, los gigantes asiáticos de baterías, como BYD y CATL, cuentan con ventaja debido a la experiencia que llevan encima en cuanto a producción a gran escala. Otras compañías alertaron que planean comenzar con la producción en masa en los próximos años son las japonesas Toyota y Nissan.
Las baterías de estado sólido podrían cambiar el mundo de los coches, pero…
En el sector de advierte que todavía no han logrado superarse varios obstáculos técnicos. Según registra HyE, Wang Fang, científico jefe del Centro de Investigación de Tecnología Automotriz de China, ha expuesto que “la producción en masa de baterías de estado sólido aún está a años de distancia”.
El planteamiento del experto es si los consumidores podrán disfrutar de coches propulsados por baterías de estado sólido en los plazos anunciados por las compañías automovilísticas. Algunas prometen que las primeras piezas de demostración llegarían para 2027, esperando la aplicación a gran escala para 2030.
Los coches de combustión y de hidrógeno no podrían competir con las baterías de estado sólido, pero ¿tendrán que hacerlo? Japón ya está trabajando en que la respuesta no importe. Propone una nueva forma de movilidad.