El mundo ha descubierto tres nuevos combustibles que darán de qué hablar. Uno es tóxico, otro mejor el hidrógeno y otro imposible. Si el combustible al que llaman “nuevo hidrógeno” consiguió sorprenderte, no puedes perderte la información que viene a continuación. El 99% de la flota mercante mundial se encuentra propulsada por motores diésel alimentados por gasoil marino, un aspecto que hace que sea de vital importancia descarbonizar el sector.
La búsqueda de combustibles alternativos limpios también ha llegado al sector del transporte por los océanos. Los fósiles han demostrado su eficiencia, pero ante una huella ambiental alta, las diferentes fábricas de transporte marítimo se han visto obligadas a buscar nuevas alternativas.
En el marco de la COP28, casi 200 países (entre ellos, por primera vez, los productores de petróleo) firmaron un pacto para crear tecnologías limpias y abandonar los fósiles. El objetivo es que, de forma justa y ordenada, se llegue a las ansiadas emisiones 0 en el año 2050. En esta intensa búsqueda, hay tres combustibles que han logrado llamar la atención a la industria.
Tres combustibles que le ganan el pulso al hidrógeno
Los tres combustibles que destacan en este contexto son el LNG (gas natural licuado), el metanol y el amoníaco. Aunque el primero podría ser considerado de transición, dado que sí emite CO2, los pedidos en buques en cartera de los próximos años muestran que los tres tendrían espacio. Hace años ya se apostó por el LNG y en la actualidad navegan por el mundo 355 buques que funcionan con este combustible. Hay 500 más encargados para la próxima década.
A su vez, ya existen alrededor de 200 puertos en el mundo con infraestructura suficiente para dar suministro a este tipo de buques. El fabricante francés GTT obtuvo en 2023 encargos de más de 50 unidades que funcionan con LNG y este año esperaba sobrepasar los 70 navíos. Pero esta no es la única compañía fuerte del sector marítimo dispuesta a seguir apostando por este combustible. Tal es el caso de Evergreen, cuyo encargado llega a 24 buques portacontenedores propulsados por LNG.
El segundo de los combustibles más destacados es el metanol, que ha conseguido un gran número de adeptos en la industria del transporte marítimo en el último tiempo. Entre ellos, encontramos el mercado naval chino. Gran parte de sus buques tendría la capacidad para utilizarlo con algunas modificaciones en sus motores. Cabe recalcar que China ya es líder en la generación de energía renovable (un aspecto necesario para la adquisición de metanol verde líquido) y esta modificación podría resultar satisfactoria de cara a sus objetivos vinculados a la descarbonización.
Estos combustibles superan la fiebre por el hidrógeno: el futuro de la movilidad marítima
Desde 2016 navegan buques quimiqueros que utilizan la quema del metanol para moverse. Usan una parte segregada de la carga como combustible, de forma similar a lo que hacen los gaseros. Según registra el doctor ingeniero naval, oficial de la Armada y capitán de marina mercante Raúl Villa en “Somos Mar” (La Voz de Galicia), hasta ahora se propulsaban con metanol unos 30 barcos, pero esta cantidad será incrementada con los pedidos ya en cartera, que pronto alcanzarán las 200 unidades.
Por otra parte, está el amoníaco, uno de los combustibles destacados que todavía está en proceso de desarrollo. Existen algunos buques operativos que los instalan y se espera que este año se genere un despegue relevante en buques que quemen este combustible. Maersk ya confirmado que apostará por el amoníaco como un combustible de transición ecológica, por lo que ha firmado un contrato para el desarrollo de 10 entregas, con entregas a partir de 2026.
De esta manera, el mundo tiene por delante tres combustibles potenciales para abastecer el transporte marítimo. Uno de ellos incluso mejor que el hidrógeno.