Corea del Sur se ha animado a marcar la diferencia y ha creado el motor del futuro. No necesita cobre porque utiliza un material más avanzado y eficiente. Prácticamente desde que el ser humano comenzó a habitar la Tierra, su ingenio se ha dedicado a buscar formas más prácticas de realizar los diferentes trabajos a realizar.
Fue así como la humanidad halló una de las invenciones más importantes de su historia: el motor. A través del tiempo, el motor ha evolucionado pasando de ser una simple idea basada en principios elementales de la física a una pieza vital en la sociedad moderna. Su existencia lo impulsa todo: desde coches hasta industrias.
Los primeros inventores tenían el sueño de crear aparatos capaces de moverse por sí misma. En los avances contemporáneos, se busca ese algo más que antes parecía imposible: la excelencia. Precisamente es allí donde apunta Corea del Sur con su nuevo motor del futuro.
Corea del Sur tiene en su poder el motor del futuro: lo curioso es que no necesita cobre
Después de que Japón maravillara al mundo con un motor capaz de jubilar a los de gasolina, Corea del Sur se dispone a desarrollar el motor del futuro. Un grupo de investigadores coreanos han creado un motor eléctrico funcional sin cobre ni aluminio. En su lugar, los expertos recurrieron a nanotubos de carbono.
El equipo de investigadores es del Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología (KIST) de Corea del Sur. Su creación radica en un motor eléctrico cuyo funcionamiento se realiza sin el uso de bobinas de cobre o aluminio, gracias al empleo de nanotubos de carbono y un innovador tipo de cableado (cables eléctricos compuestos núcleo-vaina).
Dichos cables, con un grosor total de apenas 0,3mm, incluyendo aislamiento, son sumamente ligeros y flexibles. Albergan el potencial suficiente para sustituir completamente el cobre en discretos motores eléctricos.
El procedimiento Lyotropic Liquid Crystal-Assisted Surface Texturing (LAST) permite la posibilidad de organizar los nanoturbinas y descartar impurezas metálicas sin eliminar su estructura unidimensional. Esto incrementa la conductividad más de un 130% y acota de forma considerable el peso del motor.
Corea del Sur cambia las reglas del juego: su motor del futuro no utiliza cobre
Este progreso ha permitido la creación de un motor 100% funcional sin cobre que abastece un auto de juguete. Si bien los niveles de voltaje y potencia son acotados (2–3 V, 3,5 W), el resultado corresponde a una prueba de concepto convincente.
Por ejemplo, una pieza Tesla Model S atesora un motor delantero de 31,8 kg y uno trasero de 36,3 kg. Aproximadamente, un 25% de su peso está compuesto de cobre. Utilizando cables CSCEC, el peso total de los dos motores podría pasar de 68 a 52,2 kg.
Un menor peso en el motor se traduce en una menor inercia rotacional, mejor aceleración, menores pérdidas mecánicas, sistemas de refrigeración más simples y ligeros y mayor autonomía de batería.
Limitaciones y proyecciones de futuro del motor del futuro de Corea del Sur
Para que el motor del futuro planteado por Corea del Sur llegue a ser una realidad, aún debe solventar varios detalles técnico. La conductividad eléctrica de los CNT (7,7 MS/m) aún se encuentra muy por debajo del cobre (59 MS/m).
En términos absolutos, se traduce en una menor eficiencia. Sumado a esto, el costo de fabricación de los CSCED es muy elevado, entre 375 y 500 USD/kg, frente a los 10-11 USD/kg del cobre.
A este panorama se suma que la fabricación de CNT, si bien baja el peso, todavía usa mecanismos incentivos en energía y químicos agresivos, como ácido clorosulfónico, originando residuos como ácido clorhídrico. A pesar de sus limitaciones actuales, tiene un gran potencial ecológico por delante.
Baja drásticamente el uso de cobre y aluminio, propone motores más ligeros, una menor demanda de baterías (debido a una masa menor) y flexibilidad del cableado. Si se alcanza una producción más limpia de CNT, esto podría suponer una opción real y escalable.
Corea del Sur ha creado el que podría ser el motor del futuro. No necesita cobre, tiene algo más avanzado y eficiente. Hasta que se defina qué ocurre con esta tecnología, aseguran que este es el mayor avance en movilidad.