Japón parece estar despidiéndose de las motos definitivamente con su último invento. Actualmente, la preocupación por el medioambiente es un tema recurrente y uno de los sectores que provoca mayor contaminación es el del transporte. Dentro de este segmento, las motos tienen un rol fundamental. Las motos, al igual que los automóviles, funcionan en su mayoría con combustibles fósiles.
Hace décadas que es así y, hasta ahora, los usuarios se han mostrado satisfechos con los resultados estéticos y de rendimiento. Sin embargo, la alta huella ambiental que dejan los vehículos de combustión está obligando al sector de la movilidad a buscar nuevas opciones de transporte más sostenibles. Otro factor que busca erradicarse en las motos es el ruido generado por su funcionamiento.
El ruido excesivo suele causar molestias y afectar la calidad de vida de los usuarios que viven cerca de vías transitadas por motos.Ya existen vías alternativas que pueden ayudar a bajar la contaminación ocasionada por las motos. Una de ellas es la moto eléctrica y otra la moto de hidrógeno, que solo expulsa partículas de agua en lugar de gases contaminantes. Bajo este marco, Japón ha dado un paso más.
Japón sustituye las motos por algo mucho mejor: un caballo biónico
La compañía japonesa Kawasaki ha presentado ante el mundo su primer ‘caballo robótico’, un invento que podría hacernos olvidar definitivamente de las motos convencionales. Dicha exhibición tuvo lugar durante la Kansai Expo 2025, momento en el que el mundo conoció a Corleo, el caballo robótico de Kawasaki.
Nadie puede dejar de mirarlo debido a las increíbles características que ofrece. Combina inteligencia artificial, energía limpia y tracción mecánica en las cuatro patas. Una creación tan revolucionaria como la primera moto de hidrógeno de la historia.
Con este prototipo, la compañía pretende redefinir la manera en la que nos desplazamos por senderos complicados sin depender de los vehículos tradicionales.
La empresa de Japón lo concibe como un robot de uso individual, por lo que lo ha diseñado para caminar, trepar y hasta correr sobre superficies complejas, como senderos de montaña o caminos nevados.
La estructura del dispositivo abarca una suspensión activa en cada pata y “pezuñas” de goma capaces de adaptarse. Este reparto de elementos permite que esta pieza se ajuste a cada tipo de suelo. Una de las innovaciones más destacadas es su sistema de control gestual.
¿Cómo es el caballo con el que Japón busca hundir a las motos?
No dispone de frenos ni aceleradores al uso, puesto que el usuario guía los movimientos de Corleo con su propio cuerpo. Con la ayuda de sensores situados en los estribos y en el manillar, el robot responde de manera natural a discretas modificaciones en el reparto del peso o la postura del piloto.
Según la empresa de Japón, este enfoque conserva la filosofía fun&ride, rasgo distintivo de sus modelos. Ha dado como resultado una conducción más orgánica, donde la máquina interpreta al conductor como si fuera un caballo real.
Sumado a esto, el vehículo permite que la altura de los estribos pueda ajustarse con el fin de adaptarse al cuerpo de cada individuo.
Japón usa partículas de agua para mover su máquina más revolucionaria
El funcionamiento de este prototipo radica en un generador de 150 cc abastecido por hidrógeno, que brinda electricidad a los métodos de tracción. Debido a esta fuente de energía, Corleo opera de manera silenciosa sin emitir gases contaminantes, solo partículas de agua.
Aunque todavía hablamos de un concepto en su fase experimental, la marca de Japón ha hecho público su objetivo de crear una versión comercial para el año 2050. Por ahora, Corleo es un claro adelanto de sus intenciones. Podría superar incluso a este motor futurista.