Hace años, apareció en escena un motor que solo utilizaba aire como combustible. Fue un fracaso y ahora se sabe la razón. Una noticia incluso más llamativa que la del modelo de combustión cero emisiones. Durante más de 100.000 años, los seres humanos dejaron toda su energía en cazar, juntar alimento, pastar y cultivar. Sin embargo, en un momento de la historia comenzaron a implementar nuevas técnicas que hacen sus tareas más fáciles. Así es como llegó el flujo del agua y después del aire. Los molinos de agua y de viento revolucionaron el panorama de aquel entonces.
Con el tiempo, los sistemas de energía se fueron refinando para alcanzar opciones más efectivas. En esa búsqueda, apareció la combinación de combustibles fósiles y maquinaria. Según estudios de la Universidad de Manitoba, entre 1850 y 2000 el uso de energía aumentó unas 15 veces. Sin embargo, el aporte de los combustibles fósiles no duraría para siempre, ya que el ser humano terminó descubriendo su alta huella ambiental.
Aunque eficientes, el precio a pagar es demasiado elevado. Ya se han registrado varias zonas del mundo asoladas por el cambio climático y el calentamiento global. Muchos ecosistemas que antes gozaban de salud y vistas imponentes, hoy están quedando en la nada. De igual manera, la salud de la humanidad se ve comprometida a causa de la polución. En este contexto, decantarse por un motor que solo utiliza aire como combustible podría ser la solución a los problemas de contaminación, pero ¿es realmente posible?
El motor que funciona solo con aire: ¿fantasía o realidad?
La historia del motor de agua de Arturo Estévez todavía sorprende en la actualidad. De hecho, hay muchos otros expertos en motores que han tratado de hacer algo parecido. Técnicamente, no existe una gran complejidad en ingresar aire a presión en una pieza de estas características, con la que mover de manera lineal un pistón, convertirlo en movimiento circular con un cigüeñal, y brindar movimiento a un automóvil. De hecho, esta tecnología comenzó a utilizarse en soluciones prácticas como el tranvía de Nantes en 1879.
Aunque muchos vean la posibilidad del motor de aire como una utopía, técnicamente es posible. Uno de los intentos más recientes tuvo lugar en 2007, cuando la compañía india Tata Motors se propuso lanzar un automóvil diferente. Buscando hacer historia, Tata Motors emitió un comunicado en el que anunciaba su alianza con una empresa francesa llamada MDI, para utilizar “un motor que utiliza aire como combustible”.
MDI ya había estado presente en la creación de diferentes prototipos. No solo de motores que funcionaban con aire, sino también de vehículos ligeros que utilizan motores de aire.
El principio en el que se basaban era fácil de entender. En lugar de un depósito de combustibles, estos vehículos utilizaban un depósito de aire presurizado. El aire comprimido se conducía hasta un motor sin complejidad. Entonces, el depósito se despresurizaba, pero procuraba la producción de movimiento lineal en un pistón, rotatorio con la acción de un cigüeñal y, por último, en las ruedas, y el movimiento de la pieza automovilística.
Viabilidad del motor de aire
Alrededor de este invento aparecieron un debate con opiniones tanto a favor como en contra. Por un lado, el aire es abundante y puede obtenerse en cualquier parte sobre la superficie terrestre. No obstante, para comprimir el aire sí es necesario recurrir a energía. Es posible hacerlo utilizando combustible o energía eléctrica.
No se crea energía de la nada, pero sí se transforma la energía y acumula en aire comprimido. Es relativamente fácil y barato contar un compresor en cualquier locación, también en el hogar, para conectarlo a la red eléctrica y “repostar” de aire un vehículo. Sin embargo, algunos de los prototipos alcanzados hasta ahora apenas se aproximan a los 200 km, además de que deben enfrentarse a otros aspectos técnicos de relevancia.
En definitiva, el motor que solo utiliza aire como combustible es posible, pero por ahora está lejos de ser una realidad viable. Mientras tanto, siguen llegando otras opciones revolucionarias como el motor de hidrógeno, amoniaco y alcohol.