Cuando hablamos de coches eléctricos, también lo hacemos de las baterías y de todos los elementos necesarios para su fabricación. Si bien sobre el papel, las capacidades anunciadas parecen seguir y coincidir con la demanda, en realidad, es probable que ocurran riesgos de implementación temporales, dados los problemas de producción de la gigafactoría, generalmente lentos aumentos de rendimiento, fragmentación de la cadena de suministro y grandes contratos OEM inflexibles.
Por lo tanto, en un caso de adopción acelerada de coches eléctricos, la demanda de baterías estaría muy cerca de superar la oferta anunciada en el medio plazo. En los próximos diez años, esperamos que la industria minera se desacelere. Y otras crisis geopolíticas y de la cadena de suministro aparezcan periódicamente. Lo que llevará a algunos picos de precios a corto plazo en productos básicos como el níquel y el litio.
La producción de celdas de batería se está acercando físicamente a las plantas de ensamblaje de coches eléctricos. Mientras que hace diez años casi todas las células se importaban de Asia, hoy ya existen centros de producción regionales en Europa del Este. Además, múltiples plantas entrarán en funcionamiento en países clave, productores de vehículos como Alemania, el Reino Unido y Francia y en entornos con bajas emisiones de CO2 como Noruega y Suecia.
Más cantidad de actores para aumentar la cantidad de coches eléctricos
Además de los actores de celdas de batería establecidos de Asia que establecen ubicaciones en Europa, también están apareciendo algunas compañías completamente nuevas. Un desarrollo clave en el abastecimiento de baterías implica la integración hacia atrás de los OEM desde paquetes y módulos. Hasta la producción de celdas, principalmente en forma de empresas conjuntas con fabricantes de estos elementos, imprescindibles para que el mercado de los coches eléctricos evolucione.
Los planes de integración hacia atrás de OEM son el resultado de su creciente demanda de celdas de batería, el deseo de control y certeza de suministro, y la ambición de mantener una parte significativa de la creación de valor del vehículo internamente. Los OEM también buscan áreas de diferenciación, con tecnología de baterías, durabilidad y rendimiento vistos como criterios de evaluación clave para los coches eléctricos.
La producción de materias primas y componentes de baterías sigue la tendencia de localización de las plantas de celdas de batería. Sin embargo, hay un retraso de tiempo y solo algunas de las materias primas necesarias, que incluyen níquel, cobalto, litio y grafito, están disponibles para el abastecimiento local en Europa.
Por lo tanto, las empresas deben competir a nivel mundial para asegurar los volúmenes requeridos y hacerlo de manera sostenible en línea con los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo ESG (Environmental, Social and Governance). Si bien las cuatro materias primas deben aumentar rápidamente, con una posible variación de precios en el futuro, el níquel probablemente será la materia prima bajo mayor presión en el corto y medio plazo.
Innovación y tecnología
Detrás del tema de las baterías de litio hay mucho mito y varias realidades. Es cierto que es un elemento que se enciende en contacto con el agua, pero la estanquidad de las baterías es cada vez mayor. Y se está apostando porque los coches eléctricos sean cada vez más seguros en este ámbito.
Por otra parte, este el tema de la durabilidad, es decir, de lograr que tengan una mayor vida útil. Para conseguirlo se apuesta por la innovación y por los materiales alternativos. El grafeno sería la solución ideal, pero aún no se ha conseguido extraerlo de manera rentable, aunque los expertos creen que podría serlo en poco menos de una década.
Finalmente, queda el tema del reciclaje de las baterías de los coches eléctricos, que por ahora sigue siendo un dolor de cabeza para las empresas recicladoras, porque es muy difícil recuperar materiales y el proceso es bastante costoso. Pero la nanotecnología y la IA podrían ser las herramientas adecuadas para conseguir que este deje de ser un inconveniente y se convierta en una ventaja más para apostar por la movilidad eléctrica.