En 2025, el tema del día serán los bosques y los alimentos, en el que homenajearemos el papel fundamental que desempeñan los bosques para la seguridad alimentaria, la nutrición y los medios de vida. Además de proporcionar alimentos, combustible, ingresos y empleo, los bosques favorecen la fertilidad del suelo, protegen los recursos hídricos y ofrecen hábitats para la biodiversidad, también a polinizadores vitales.
Son esenciales para la supervivencia de las comunidades que dependen de los bosques, en particular de los Pueblos Indígenas, y contribuyen a mitigar el cambio climático almacenando carbono.
Hoy se conmemora el Día Internacional de los Bosques 2025, que acontece cada año el 21 de marzo, coincidiendo con la entrada de la primavera en el hemisferio norte y del otoño en el sur. Una fecha muy significativa dada su importancia vital para conservar el equilibrio ecosistémico terrestre.
Día Internacional de los Bosques 2025: 5 razones para preservarlos y protegerlos
Un bosque es un ecosistema complejo que combina animales, plantas, hongos, microorganismos subterráneos, materia orgánica, agua y gas. Por esa razón es imposible reducirlo a simples hileras de árboles. Y en tiempos de crisis climática, esta reserva de vida y carbono está cada vez más amenazada.
Según los expertos, desde 1990 han desaparecido alrededor de 420 millones de hectáreas de bosques, para transformarlos en tierras agrícolas mayoritariamente, además de urbanización e infraestructuras. Pero los bosques brindan muchos servicios a los humanos, por lo que hay muchas razones para protegerlos.
Excepcionalmente biodiversos
Los bosques son formidables reservas de biodiversidad. De hecho, albergan más del 80% de las especies de animales, plantas e insectos del planeta y un solo metro cuadrado de suelo forestal puede contener hasta 1.000 especies diferentes de invertebrados.
El problema es que las actividades de los humanos hacen que alrededor de 1 millón de especies animales y vegetales están bajo la amenaza de extinguirse. Eso es casi 1/8 del total de los más de 8 millones de especies (incluidos 5,5 millones de especies de insectos) que se estima pueblan nuestro planeta.
Y esto es algo que no había sucedido nunca antes en la historia de la humanidad. Para los científicos está muy claro que vamos camino a una sexta extinción. Con la diferencia de que en las otras cinco las causas fueron naturales y en esta oportunidad el humano es el único responsable.
Combaten el calentamiento global
Los bosques representan el segundo sumidero de carbono más grande del planeta, detrás de los océanos. Durante su vida útil, un árbol almacena una media de casi 35 kilogramos de CO2 al año. Y un árbol puede vivir de 50 a más de 700 años, dependiendo de la especie y la zona geográfica en la que se encuentre.
Pero los bosques no solo absorben dióxido de carbono, sino que también lo liberan cuando se degradan. Cuando se destruyen los bosques, los gases de efecto invernadero que estaban acumulados, se liberan cantidades gigantescas de CO2 a la atmósfera y contribuyen al calentamiento global. Esto es especialmente nefasto cuando se tala e incendia un bosque para dedicarlo a la ganadería o agricultura.
Protección contra los desastres naturales
Avalanchas, deslizamientos de tierra, inundaciones, erosión de los suelos, etc., contra todos estos eventos, los bosques constituyen verdaderos muros de defensa. De hecho, han salvado a poblaciones enteras, especialmente en las islas, donde los manglares funcionan más eficientemente que los diques artificiales.
Son esenciales para nosotros
Los bosques no solo brindan todo tipo de productos (medicinas, alimentos, tejidos y mucho más) que acaban dando la vuelta al mundo, sino que para las poblaciones locales hay una verdadera dependencia. Muchos pueblos son recolectores itinerantes de frutos, setas, y otros productos vegetales, plantan sus cultivos en sus entornos, etc.
Y si sumáramos todas las poblaciones que, a nivel mundial necesitan a los bosques para conseguir leña para calentarse, cocinar o construir sus casas o plantas para curarse o fruta para comer, fácilmente alcanzaríamos la friolera de 1.600 millones de personas que directamente dependen de los bosques para satisfacer sus necesidades básicas.
Resultan vitales para nuestra salud y bienestar
La deforestación es un factor crucial en la aparición de zoonosis, es decir, de enfermedades que se transmiten de los animales al ser humano y viceversa. A medida que invadimos los bosques, aumentamos el contacto con la vida silvestre, lo que dispara el riesgo de aparición y propagación de enfermedades.
Pero preservar los bosques también es importante para nuestra salud mental. Disfrutar del entorno de los bosques, caminar y apreciar los colores de la naturaleza, respirar el aire fresco, escuchar los mil ruiditos entre la maleza es una manera eficaz de relajarse y muchas veces, también sirve para combatir la ansiedad y el estrés.
Numerosos estudios han demostrado que la naturaleza tiene un efecto positivo en la salud mental y que existe un fuerte vínculo entre el tiempo pasado en la naturaleza y la reducción de las emociones negativas. Así que este Día Internacional de los Bosques 2025 es ideal para disfrutar de ellos y reflexionar acerca de como preservarlos y protegerlos.