Día Internacional del Lobo 2023. Cada vez que se trata el tema, la opinión pública y los medios de comunicación tienden a centrarse en la amenaza que representan para el ganado. Pero se olvidan de que los lobos brindan importantes servicios ecosistémicos. De hecho, son los reguladores naturales de muchas especies, cuyo exceso podría ser muy perjudicial.
El mejor ejemplo de ello se dio en el Parque Nacional de Yellowstone, en los EEUU. En una época se consideró al lobo una especie depredadora y peligrosa. Por ello se lo persiguió y mató hasta la extinción.
Años después, las manadas de búfalos y otras presas naturales de este cánido crecieron de forma desmesurada y comenzaron a destruir el Parque. En ese momento, los responsables del lugar se dieron cuenta de su grave error y los reintrodujeron nuevamente.
Por ello, los científicos aconsejan que se tenga una visión más equilibrada de los impactos de la presencia de depredadores. Y que se enfaticen sus efectos beneficiosos y regenerativos sobre la biodiversidad en su conjunto.
No debemos olvidar que estamos viviendo tiempos difíciles. En los que según muchos expertos es avecina la sexta extinción masiva. Por ello, repensar nuestra convivencia con las especies salvajes parece más imprescindible que nunca.
Ni invasores, ni invadidos
En la naturaleza, no existen especies invasoras. La biodiversidad, cuando no es perturbada, es un factor de resiliencia y de limitación de la invasividad de las especies. El único ser que invade es el humano.
Y además, cuando lo hace, perturba el equilibrio de los ecosistemas naturales. Además de contribuir, mediante la globalización y la artificialización de los entornos, a convertir en invasoras, a especies que no lo serían en otros lugares.
Se deberían limitar al máximo los impactos sobre la biodiversidad. En cambio, el ser humano tiende a intervenir aún más en los ecosistemas. Con la excusa de “regularlos”, acaba matando a los depredadores naturales como los lobos. Llegando incluso a presentar a la caza deportiva (matar por placer) como una actividad esencial para la preservación de la biodiversidad.
Los lobos son necesarios
La presencia del lobo proporciona importantes servicios en términos de regeneración de los ecosistemas. Y lo hace regulando de forma natural las poblaciones de otras especies en su biotopo. Una tarea que cumplen mucho más eficientemente que los cazadores. Puesto que nada hay más evidente que el hecho de que la biodiversidad natural es intrínsecamente resiliente.
El problema es que, como siempre, el ser humanos pretende que primen sus propios intereses antes que los derechos de los demás seres vivos. Y al lobo no lo ven como un elemento más de la naturaleza. Porque para ellos lo que importa son sus intereses económicos, políticos y de ‘ocio’. Ojalá que la protección de la que disfrutan estos cánidos en la actualidad en España sea duradera. Día Internacional del Lobo 2023.