Día Mundial de la Rana 2023. Desde hace ya muchos años, los investigadores están dando la voz de alarma respecto a las ranas en particular y a los anfibios en general. Están en gravísimo peligro y es vital hacer algo por ellos. De las casi 7000 especies de ranas que se conocen, más de la tercera parte está en la Lista Roja de la UICN.
Los anfibios son el grupo de animales que actualmente se encuentra en mayor riesgo de extinción. Y las ranas están entre las más castigadas por los factores de peligro, que son tres: el cambio climático, las enfermedades y las acciones directas de los seres humanos.
Particularmente vulnerables
Los anfibios, anteriormente llamados batracios, incluyen ranas, salamandras y gimniofiones. Hablamos de un grupo de especies que ha sobrevivido a cuatro extinciones importantes y que han demostrado ser muy resistentes. Sin embargo, estos animales, por su fisiología y constitución, parecen muy vulnerables a los actuales riesgos a los que están expuestas en la actualidad.
Primero, porque las ranas experimentan una etapa larvaria acuática durante su desarrollo. Pero culminada esta, viven en la tierra como adultos. Por lo tanto, conocerán ambientes muy diferentes, comerán una comida muy diversificada y se enfrentarán a múltiples depredadores y parásitos.
En segundo lugar, tienen una piel húmeda y altamente vascularizada a través de la cual respiran, además de por las branquias primero y los pulmones después. Esta condición las hace altamente vulnerables a cualquier tipo de contaminación y de variación de todo tipo del ecosistema al que pertenezca.
Finalmente, los anfibios son animales poiquilotérmicos, es decir, de sangre fría, lo que significa que su temperatura corporal varía. Y, por tanto, dependen de la temperatura exterior y son altamente sensibles a las mínimas variaciones. Esta característica adquiere una importancia crucial especialmente en las especies endémicas. Puesto que el calentamiento global está siendo tan brusco y radical, que no tienen tiempo de evolucionar y adaptarse.
¿Por qué desaparecen?
Los factores responsables de la desaparición de los anfibios son múltiples: destrucción o modificación de hábitats, contaminación ambiental (en particular el uso de pesticidas y fertilizantes, pero también de subproductos industriales), introducción de especies invasoras, enfermedades, consumo humanos y mucho más.
La quitridiomicosis fue descubierta en 2001. Esta enfermedad causa estragos en las poblaciones de ranas y otros anfibios y la provoca un hongo llamado Batrachochytrium dendrobatidis. Y si bien los fungicidas son eficaces a la hora de acabar con la plaga, la tarea es gigantesca. Es prácticamente imposible llegar a todos los sitios donde ataca la enfermedad, especialmente a las poblaciones silvestres.También se sabe que los efectos del cambio climático están afectando de forma negativa a las ranas. Uno de los problemas son los cambios en la temperatura. Pero también es nefasto para ellas la variación del pH de las aguas en sitios donde se derriten glaciares y permafrost. O la exacerbación en frecuencia y magnitud de los eventos climáticos extremos.
En cuanto a las acciones del ser humano. Es bien sabido que el cambio climático acelerado que experimentamos es culpa de las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero además de ello, las ranas pierden sus hábitats por culpa de la deforestación y desecado de humedales, sufren los incendios forestales o son cazadas para comer. Día Mundial de la Rana 2023.