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viernes, junio 9, 2023

Xarxa ECO apoyará el autoempleo y el trabajo en proyectos sociales y medioambientales

«Las personas primero»

Red ECO es una asociación de ciudadanos que trabajan por una economía que esté al servicio de las personas y sea respetuosa con el medioambiente.El 27 de octubre está previsto comenzar a poner en circulación la moneda social a través de subvenciones a proyectos sociales y medioambientales.

Aunque la iniciativa nace en Tarragona, personas de toda la provincia y el país se han interesado y podrán incorporarse al proyecto paulatinamente los lugares donde haya suficiente apoyo para promoverlo. La moneda también podrá conseguirse en los establecimientos donde se acepta como forma de pago.La economía social tendrá un impacto muy positivo en el futuro.

La moneda social -uno de los proyectos de Xarxa ECO y una de las formas de economía social- no es un retorno al pasado, ni a la economía del trueque, así como tampoco lo es volver a la reutilización y reciclaje, que antaño se hacía de forma espontánea. Muy por el contrario, es un síntoma de civilización y un ensayo para transformar los aspectos más destructivos del sistema monetario convencional.

Los ciudadanos y las empresas, entidades gubernamentales, ONGs, entidades educativas y asociaciones de cualquier tamaño pueden beneficiarse y aportar a la comunidad aceptando y haciendo circular la moneda social, como un signo de cercanía a las necesidades reales de las personas y de voluntad de construir un futuro mejor. El ECO es un proyecto abierto a todos, no se trata de beneficiar a grupos determinados sino de una oportunidad de trabajar juntos para abrir un camino hacia una economía más sostenible. Pueden ponerse en contacto a través de www.xarxaeco.org

Crear oportunidades de trabajo.

En un mundo crecientemente tecnificado las oportunidades laborales son cada vez más escasas. Xarxa ECO ofrecerá subvenciones al autoempleo y a la creación de trabajos que aporten valor humano, formación, reinserción y cursos, especialmente los vinculados a temas sociales, culturales y medioambientales.

Las personas, organizaciones y empresas que promuevan tales proyectos pueden optar a subvenciones para facilitar que el dinero no sea una barrera para el acceso a estas oportunidades.La moneda social es una forma de poner el dinero a trabajar al servicio de las personas. Cobra mayor relevancia en esta época porque cada vez resulta más barato automatizar la producción, la comercialización y los servicios. Un dinero que se genera al crear trabajo y valorizar e intercambiar capacidades no aprovechadas es un buen antídoto al consumo indiscriminado que genera el crédito para consumir al que estamos tan acostumbrados.Impacto real.

Desde 2003 en Alemania, el profesor de economía Christian Gelleri y sus alumnos desarrollaron la moneda sin interés Chiemgauer con el objetivo de compensar la desigualdad en la distribución de la riqueza. La región bávara donde funciona se beneficia porque esta moneda circula 18 veces al año, tres veces más que el Euro, permitiendo a 600 empresas sostener el empleo e incluso dar compensaciones extra en moneda social a los trabajadores, en plena crisis.

Opinión de economista.

Bernard Lietaer es un economista experto en sistemas monetarios, arquitecto del Euro y promotor de los sistemas de moneda social.»Si queremos un dinero diseñado para atender las necesidades de las personas y fomentar ciclos productivos más respetuosos con el medioambiente, tenemos que crearlo. Creo que la moneda social tendrá una importante función en el siglo XXI, sobre todo ante el problema del empleo».

Según Lietaer el diseño del dinero convencional está fomentando la destrucción del medioambiente, debido a que el interés positivo hace que sea más atractivo por ejemplo talar árboles y convertirlos rápidamente en dinero que dejarlos crecer y usarlos racionalmente. «Para afrontar este problema necesitaríamos diseñar un sistema monetario que haga exactamente lo opuesto que lo que se da actualmente», dice Lietaer. El problema es que el dinero una vez en el banco, crece más rápido que los árboles.Pero el interés es un crecimiento artificial, propio del diseño del sistema monetario actual. Eso significa que en el sistema monetario corriente tiene sentido cortar árboles y poner el dinero en el banco y hace que tenga sentido escatimar en inversiones, construyendo casas pobremente aisladas térmicamente, porque el coste de la energía consumida en la casa es más bajo que el de la aislación.

Una moneda sin interés haría que convenga invertir en árboles vivientes y en una aislación adecuada, así no se necesitaría tanta energía para lograr una temperatura confortable y habría un impacto menor en el ambiente.

¿Qué dicen los investigadores acerca de las actuales experiencias europeas de moneda social?

El reputado Instituto de Wuppertal para Estudios del Clima, el Medio Ambiente y la Energía dedica un apartado a la economía social en su informe anual, extracto:

«La introducción de una moneda regional puede aumentar la cooperación entre oferentes y clientes, ya que se estimulan ciclos económicos regionales. En la región bávara de Rosenheim, en el año 2008, la moneda Chiemgauer generó una facturación de más de 4 millones de euros. El fortalecimiento de las relaciones económicas locales trae muchas ventajas: fomentan la independencia económica, la transparencia y tienen efectos positivos en la generación de ingreso y empleo.En el ámbito cultural ayudan a mejorar las relaciones sociales y fortalecen la autoestima y la identidad.

En el ámbito ecológico, contribuyen a la optimizar los ciclos productivos para los recursos por las distancias cortas entre productores y consumidores. Es mucho más fácil generar equilibrio entre la sostenibilidad ecológica, económica y social en el ámbito regional», concluye este estudio.

 

 

 

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