La araña roja es un patógeno polífago que puede provocar enormes pérdidas económicas
En el consorcio internacional liderado por el Dr. Miodrag Grbic, investigador de la Universidad de Western Ontario (Canadá) y vinculado al Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (Agencia Estatal CSIC, Universidad de La Rioja, Gobierno de La Rioja), han desvelado y anotado la secuencia de la araña roja, Tetranychus urticae. El trabajo ha sido financiado por el Gobierno de Canadá a través de Genome Canada y el Ontario Genomics Institute (OGI-046) y se publica en el último número de Nature (Grbic et al., 2011 «The genome of Tetranychus urticae reveals herbivorous pest adaptations»).
La araña roja puede alimentarse sobre más de 1000 especies distintas de plantas, entre las que se encuentran unas 150
especies cultivadas de gran importancia económica como el tomate, el pimiento, el pepino, la fresa, el manzano, el peral, el maíz o la soja, provocando pérdidas económicas superiores a los 1000 millones de dólares. Dentro del consorcio, han descubierto las causas de la naturaleza polífaga de esta especie. Asimismo, han encontrado un posible valor positivo de este ácaro: su seda. La seda que producen las arañas rojas es un nanomaterial extremadamente ligero que podría utilizarse en el reforzamiento de materiales.
Este trabajo pionero en la secuenciación genómica abre nuevas posibilidades para el desarrollo de una agricultura sostenible permitiendo el desarrollo de nuevas estrategias de control de plagas que eviten el uso de plaguicidas convencionales y que incluyan tanto la mejora genética para la resistencia a la araña roja como aproximaciones biotecnológicas para el control de la plaga que contribuyan a desarrollar alimentos completamente libres de plaguicidas.
En la actualidad estamos analizando resultados de análisis transcriptómicos de la respuesta diferencial entre accesiones susceptibles y tolerantes (de arabidopsis, tomate y vid) tras ser infectadas por el ácaro. Igualmente están analizando la respuesta diferencial del ácaro tras alimentarse de distintas especies vegetales (tomate, arabidopis, judía). La finalidad es analizar las interacciones moleculares planta-ácaro e identificar posibles genes de la planta responsables de la resistencia/tolerancia frente al ácaro. Otra parte del Consorcio está centrado en el análisis de las características de la seda y sus aplicaciones.
El próximo día 30 de noviembre en el Centro de Investigaciones Biológicas (Madrid), una reunión informativa que pretende acercar a las empresas interesadas los avances conseguidos en este ámbito, con el objetivo de dar a conocer las investigaciones de este consorcio y explorar las posibilidades de establecer colaboraciones para el desarrollo de proyectos
de I+D conjuntos.