Esto fue lo que sucedió con la desaparición de los coches de caballos, que fueron sustituidos por los coches automóviles, hace aproximadamente un siglo
Seguramente la evolución de la tecnología ha marcado las vidas de las personas en mayor medida que las batallas o la sucesión de gobiernos. El petróleo abundante, junto con las tecnologías que lo refinaban y permitían hacer uso de él, cambiaron totalmente el mundo a lo largo del siglo XX. Algunas veces los cambios fueron lentos y paulatinos, pero otras veces las nuevas tendencias se impusieron rápidamente. Esto fue lo que sucedió con la desaparición de los coches de caballos, que fueron sustituidos por los coches automóviles, hace aproximadamente un siglo.
Imagenes de la 5ª Avenida de NY a principios del siglo XX
NOS TOCARON TIEMPOS INTERESANTES
Podríamos estar al inicio de uno de estas revoluciones imparables. No ocurrirá por el agotamiento de las reservas de petróleo, sino por el agotamiento de un esquema caduco: el de la energía contaminante, responsable de conflictos, producida por unas pocas corporaciones gigantescas y centralizadas. Este esquema se agotará antes incluso que el combustible fósil que lo alimenta. ¿Por qué? Pues porque han entrado en escena una combinación de otras tecnologías y factores que desbancarán a los anteriores, por sus ventajas tecnológicas y económicas, y su mayor simplicidad. Y porque, además, se adaptan mejor al nuevo esquema de valores, en el que la sostenibilidad y la verdadera calidad de vida empiezan a valorarse por encima de la rentabilidad económica.
DEL CARRUAJE AL VEHÍCULO MOTORIZADO
Antes de la popularización del vehículo a motor, entre los coches de caballos, que eran lo más común, en algunas de las grandes metrópolis había tranvías, bicicletas y algunos vehículos a motor eléctricos o de vapor. Los principios del siglo XX fueron años de coexistencia de diversas tecnologías. Al final, el motor de gasolina “ganó” frente al eléctrico, el de vapor y el de etanol, porque el petróleo era cada vez más barato y los motores cada vez más eficientes; también porque se puede acumular energía simplemente con un depósito de combustible, lo cual se traduce en una gran autonomía. Ése ha sido el “talón de Aquiles” de los vehículos eléctricos, hasta el día de hoy, en que las nuevas baterías están proporcionando cada vez más autonomía a un precio competitivo.
LOS NUEVOS VEHÍCULOS ELÉCTRICOS
Actualmente, gracias sobre todo al desarrollo de la acumulación, la mayoría de los grandes fabricantes de coches se están apuntando a la “moda” del vehículo eléctrico, o híbrido (motor de combustión interna + eléctrico), junto a otros fabricantes nuevos (1). El coche eléctrico es una solución cómoda y eficiente para quienes realicen principalmente desplazamientos cortos y medianos, y no puedan, o no quieran, depender únicamente del transporte público. Es estupendo en la ciudad, porque no emite gases nocivos (junto a las aceras de peatones, ciclistas y viviendas u oficinas), y es, salvo por el rumor de los neumáticos, casi totalmente silencioso. Además, es tan cómodo de conducir como un coche automático, su coste de mantenimiento es mucho menor y el consumo por kilómetro es increíblemente bajo (una fracción del más eficiente de los vehículos de gasoil) pudiéndose todavía cargar de noche con tarifas reducidas.
BINOMIO VEHÍCULO ELÉCTRICO – ENERGÍAS RENOVABLES
Sin embargo, sus ventajas podrían ir más lejos. Porque pronto sería posible cargarlos exclusivamente con energías renovables (solar y eólica), llegando a ser incluso una solución de autosuficiencia energética. Más aún, en pocos años, y a menos que nuevos atentados de tipo legislativo (2) lo impidan, será posible aprovechar la capacidad sobrante de acumulación de las baterías de los vehículos eléctricos e híbridos enchufables… para verter energía en la red. Esto supondría un cambio radical en el esquema energético, que nos acercaría al “internet” de la energía eléctrica (3).
TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN
Hemos llegado a un interesante punto en el que las nuevas tecnologías de la comunicación y la información se alían con las nuevas tendencias en movilidad, dando lugar a soluciones tan ingeniosas como el Car Sharing, un eficiente alquiler de coches urbanos que aprovecha la información disponible a partir de los smartphones y la tecnología GPS. Tan eficiente y económico que muchos ya no necesitarán un vehículo en propiedad. Así dejarían de ser necesarios muchos de los vehículos que actualmente ocupan un preciado espacio en el centro de las ciudades.
MÁS ALLÁ DE LA TECNOLOGÍA
Pero los cambios no sólo serán tecnológicos, ni los que lo sean implicarán solo tecnologías avanzadas. A menudo las soluciones más simples son las más efectivas ¡y las hemos tenido siempre a nuestro alcance! Es el caso de la bicicleta, una de la más grandes -e influyentes- invenciones de la humanidad.
La bicicleta está experimentando un resurgimiento en muchas ciudades del mundo; como respuesta a la creciente demanda, se están diseñando nuevas bicicletas aún más cómodas, seguras y fiables (ver Mobility Explorer Guide).
En Rotterdam y otras ciudades de Holanda, he podido admirar cómo se puede llegar a facilitar el uso diario de la bicicleta. En Holanda, como en Alemania, la gente no tiene la bicicleta tanto para hacer deporte o salir a pasear el domingo, sino -sobre todo- para usarla a diario, ya sea para ir al trabajo, al supermercado o -incluso- ¡llevar a los niños al Kinder Garten! Para hacerlo posible, existe una red de carriles bici tan amplia como la del automóvil. Allí donde hay una carretera hay un carril bici, perfectamente conectado, con sus semáforos propios, sus cruces e incluso rotondas para ciclistas, de modo que no se exponen al riesgo de colisión con otro vehículo que no sea otra bicicleta o scooter, o el riesgo es mínimo. Existen también muchos parkings en cualquier zona donde haya una necesidad de aparcar la bicicleta.
DIVERSAS MENTALIDADES
Contrastando el tema, ahora me resulta sorprendente cómo en cierto campus de una universidad española para la que trabajé hasta hace unos pocos años como técnico de laboratorio… no había algo tan básico como un parking de bicicletas digno de llamarse así, y en cambio sí había un gran parking para que incluso los alumnos pudieran estacionar sus automóviles. Me pareció algo muy poco inteligente para tratarse de una universidad (aunque es casi seguro que no será la única en España).
Tales diferencias de criterio o sensibilidades explicarían que, mientras en un país es muy frecuente ver a ejecutivos (incluso a un primer ministro) usando la bicicleta o el transporte público para ir al trabajo, en el otro tal escena solo sería posible -si acaso- en alguna inauguración de un carril bici de alguna importante ciudad.
Escenas tan curiosas como ésta, de la que fui testigo en Rotterdam, en la que los invitados de una boda llegan al lugar del banquete en tranvía, elegantemente vestidos, serían a día de hoy surrealistas en la mayoría de ciudades de España, no sólo por lo difícil que es llegar a un restaurante en tranvía, sino por la poca disposición de la gente a hacer algo así … y el diferente sentido del humor de unos y otros.
VANGUARDIA Y ELEGANCIA SOBRE RUEDAS
La bicicleta, pese a su veteranía, es el vehículo de las ciudades más vanguardistas y los usuarios más prácticos y exigentes. Además, podemos optar a una variedad enorme de bicicletas urbanas: elegantes, deportivas, plegables, eléctricas, “inteligentes”, de carga, híbridas, minimalistas, lujosas… (ver Mobility Explorer Guide).
En mi opinión, estaremos en el camino correcto el día que llegar a una cita o reunión en un enorme y potente coche (aunque sea híbrido o eléctrico)… sea considerado ordinario e incluso de mal gusto, y, en cambio, llegar en bus o bicicleta sea un signo de educación y elegancia.
Alberto Montiel
(1) Como el destacable pionero Tesla Motors, que ha revolucionado el vehículo eléctrico moderno.
(2) Referencia a la tarifa de acceso del Real Decreto en España+