Descarbonizar es la clave: manifiéstate mañana. La Gran manifestación por la descarbonización el 15 de septiembre ha sido convocada por Fridays for Future-Juventud por el Clima y Alianza por el Clima, a las que se han unido muchas más organizaciones. Este es el manifiesto que reúne los principios que justifican este llamamiento internacional. Que tiene por objetivo exigir poner fin al uso de los combustibles fósiles de manera rápida, justa y definitiva.
Informe internacional
El último informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático ha sido claro. De no tomarse medidas inmediatas, antes de que termine esta década se habrá superado el límite de 1,5 ºC y se estará muy cerca de los 2 ºC. Es decir, los parámetros manejados en el Acuerdo de París.
Los fenómenos meteorológicos extremos (olas de calor y sequías cada vez más frecuentes, lluvias torrenciales, pérdidas de cosechas, etc.) llevan años mostrando las enormes consecuencias del calentamiento global. Tanto humanas como sociales y económicas.
Aun así, los gobiernos están muy lejos de fijar una reducción compatible con las indicaciones científicas. Y de señalar específicamente, que son los combustibles fósiles el gran problema detrás del cambio climático, por lo que su uso debe desaparecer.
Ante esta catastrófica dejación de funciones internacional exigimos una descarbonización mundial rápida e inmediata. A este respecto, hay que recordar que el Gobierno español, al presidir el Consejo de la UE, tiene una gran oportunidad para liderar la ambición climática de la UE. Cuando aún se están negociando los objetivos europeos de descarbonización para 2040.
Menos emisiones
Una reducción de las emisiones de GEI que debe afectar a todos los sectores productivos (electricidad, industria, transporte, agricultura, residuos). Con responsabilidad mayor para los países del Norte Global, en especial para aquellos que tienen una elevada deuda de carbono histórica. Naciones como EEUU, Canadá, el conjunto de la Unión Europea, Australia y Japón, entre otros. Ellos deberían comprometerse a alcanzar la plena descarbonización de sus economías antes de 2040.
Unas reducciones que en nuestro país deberían alcanzar en 2030 el 55% menos de emisiones de gases de efecto invernadero respecto a las registradas en 1990. En este sentido, no nos podemos permitir ni un paso atrás en materia de política climática en nuestro territorio. No pueden proliferar macroproyectos gasísticos. Necesitamos leyes climáticas más ambiciosas para afrontar la emergencia climática. Descarbonizar es la clave: manifiéstate mañana.
Adiós al lavado verde
Frente a esto está la presión de los países petroleros y gasistas. Y la influencia de los lobbies empresariales asociados. De hecho, el lavado verde o greenwashing es cada vez mayor. Hasta el punto que, por ejemplo, Emiratos Árabes Unidos sea el organizador de la próxima COP28. Y se haya dado el lujo de designar como presidente de esta al jefe de su petrolera estatal (ADNOC). El lobo cuidando a las ovejas.
Es incomprensible que Naciones Unidas permita que los intereses de las petroleras sigan participando en las mesas de negociación climática. Algo inadmisible para el conjunto de la sociedad civil internacional. Que exige un régimen de incompatibilidades que ponga freno a los intereses fósiles y de las grandes empresas contaminantes.
Justicia social y económica
No es válida cualquier descarbonización, sino que debe atender a los principios de justicia social y económica. Enfrentando la tremenda desigualdad que se manifiesta, por ejemplo, en que los más países ricos son los principales responsables de esta emergencia climática que soportamos toda la población. Y, especialmente, la población más vulnerable, como ha ocurrido en todas las crisis recientes.
Universalidad
La justicia social y económica debe traspasar las fronteras nacionales y hacerse universal. Es justo y necesario que los países del Norte Global adoptemos las medidas y proporcionemos los recursos necesarios para que los países más empobrecidos puedan optar por modelos alternativos de desarrollo no basados en el uso de combustibles fósiles.
Atender a nuestra deuda histórica como Norte Global pasa por poner fin a las relaciones que imponen a toda una ciudadanía del Sur los intereses del Norte. Reparar a través de la transferencia de tecnologías y capacidades. Y una financiación adicional, suficiente y adecuada, la elevada deuda histórica contraída. Descarbonizar es la clave: manifiéstate mañana
Crisis energéticas
La actual crisis energética, que se vive mayoritariamente en el contexto europeo, ha sido una muestra clara de cómo un sistema económico capitalista y fósil ha vuelto a hacer recaer los costes de la crisis en las personas más vulnerables.
El incremento del precio de los suministros energéticos. La falta de planificación detallada de la descarbonización. La incapacidad de dar respuesta a la gente que pierde su trabajo. O la falta de apoyo a las familias más vulnerables para afrontar las medidas necesarias como el aislamiento térmico de las viviendas.
Tampoco olvidar el sufrimiento y las muertes de las personas refugiadas en el tránsito hacia el norte global. Así como la falta de unas políticas de acogida dignas, son una prueba clara de lo perverso que es no tomar medidas. O basarlas en un sistema económico mundial que genera una gran desigualdad social a costa de la degradación del planeta.
También estamos viendo cómo la desregulación y el liberalismo económico, unidos a una falta de planificación, está generando un desarrollo erróneo de las soluciones necesarias. Y generando en ocasiones importantes impactos ecológicos, sociales y territoriales.
Descarbonizar es la clave
Poner fin de una forma definitiva a los combustibles fósiles es imprescindible para garantizar un futuro que merezca la pena ser vivido. Existen las soluciones técnicas, sociales y legislativas necesarias para afrontar este reto de la descarbonización.
Esto pasa por una reducción neta del consumo de energía. Una transición justa para todas. Y el desarrollo de un mundo sostenible dentro de los límites del planeta. Solo será posible la justicia climática si va de la mano de la protección de la naturaleza y de los Derechos Humanos.
Por todo ello, el próximo 15 de septiembre volvemos a las calles, nos unimos al llamamiento internacional en el que participan miles de organizaciones sociales. Una movilización que continuará hasta la próxima COP28. Donde cada día en alguna parte del mundo se oirán las voces y demandas de la ciudadanía exigiendo PONER FIN A LOS COMBUSTIBLES FÓSILES DE FORMA RÁPIDA, JUSTA Y DEFINITIVA. Descarbonizar es la clave: manifiéstate mañana.