Tras destaparse la devastadora realidad de los coches de hidrógeno, aparece un coche funciona 100 % con agua de mar. Puede significar el fin de todos los combustibles. El cambio climático ya es parte del mundo desde hace años. Los cambios drásticos en el clima y la ausencia del invierno en determinados lugares del mundo alzan la voz de alarma.
Diferentes gobiernos se han comprometido a alcanzar objetivos ambientales que permitan mitigar el cambio climático y el calentamiento global. El sector automovilístico ha experimentado un gran número de avances en los últimos años ante la emergencia de diversas tecnologías alternativas a las tradicionales.
De esta manera, cada vez son más los fabricantes que están eligiendo la comercialización de vehículos híbridos o eléctricos. Aunque estos modelos disfrutan de un elevado grado de aceptación en la sociedad, se trata de tecnologías que todavía presentan algunas desventajas. En este contexto, aparece una nueva alternativa para el transporte que utiliza un combustible limpio y fácil de obtener: el agua de mar.
El coche de mar, un invento revolucionario que opaca el resto de los combustibles
Este invento lleva el sello de la empresa Nanoflowcell, dedicado al diseño de nuevas formas de movilidad sostenible. El coche fue revelado ante el mundo en el año 2016, pero es ahora cuando está en la etapa de pruebas. Su funcionamiento es muy parecido al de un vehículo eléctrico, con una clara diferencia en su batería.
No es de ion de litio, sino de bi-ion. Por este motivo, no utiliza iones de litio sino una solución salina. Bautizado como Quantino, este coche almacena agua de mar en unos depósitos. El agua pasa a un circuito que aprovecha los electrolitos para generar energía eléctrica por medio de sal. Sumado a esto, este método permite que los vehículos sean menos pesados y lo convierte en un recurso más económico.
El Quantino parece una idea sacada de una película, pero su llegada al mercado podría estar más cerca de lo que pensamos. Ya se están llevando adelante diversas pruebas. Concretamente, ha tenido más de 10.000 horas de conducción y con él se han transitado más de 350.000 km. Las pruebas no han sido simples de superar y, aun así, los resultados han sido prometedores.
Sí han existido, pero han sido errores comunes como los neumáticos y algún otro aspecto de reparación. En las pruebas efectuadas también ha quedado constancia de que es un coche con una amplia autonomía. Llega a los 1.000 km y posee una recarga rápida.
Por otra parte, no es una unidad que consuma excesivamente, dado que los datos de pruebas muestran un promedio de entre 8 y 10 kWh cada 100 kilómetros. Si las pruebas siguen en esta línea, muy pronto podríamos ver en acción este coche cero emisiones.
Quant e-Superlimousine, otro coche de agua de mar de Nanoflowcell
Dos años antes, la compañía había presenta en la edición 2014 del Salón de Ginebra el modelo Quant e-Superlimousine, el primer automóvil propulsado por agua de mar. Es un coche eléctrico, pero con un peculiar sistema de producción de electricidad.
Dispone de un método que combina una pila de combustible con una batería electroquímicas, con capacidad para producir electricidad con reacciones químicas de oxidación-reducción. El coche tiene dos depósitos de sales mecánicas para llevar adelante su cometido.
Albergan electrolitos ionizados, separados por una membrana que permite el intercambio de protones (cargas positivas) de uno a otro. Este movimiento es el que produce la electricidad suficiente para que esta pieza pueda movilizarse. En última instancia, la electricidad originada abastece cuatro motores eléctricos, uno por cada rueda, pudiendo lograr una potencia total de hasta 925 caballos.
Este tipo de coche funciona 100 % con agua de mar. Sienta un precedente que, de prosperar, puede derivar en el fin de todos los combustibles. Un contexto que se veía venir después de la rendición de Toyota con los coches de hidrógeno: Airbus acaba de mostrar el verdadero futuro.