Si bien no todas las historias de mascotas exóticas terminan en una historia trágica de abandono y proliferación descontrolada, es innegable que la biodiversidad en España sufre, de manera muy acusada, la suelta “en la naturaleza” de animales que no deberían estar siquiera en el país.
¿Qué son las mascotas exóticas?
Hablamos de muchas especies que son consideradas ‘mascotas’, pero que en realidad sufren en cautiverio, puesto que no están domesticadas. Por lo que su estadía es fuente de infelicidad para ellos. Hasta que se encuentran en libertad y son forzados a adaptarse a la naturaleza y las condiciones de vida locales a las que se exponen como mascotas exóticas. Algo que muchos hacen con rapidez y eficiencia. Mientras que otros perecen en el intento.
Y no todas las especies no autóctonas han entrado de forma ilegal. Si no que muchas veces las mascotas exóticas han sido introducidas con todos los permisos en regla. Pero luego, por negligencia, desidia o pura irresponsabilidad, cambiaron el cautiverio por la libertad, se adaptaron a los nuevos hábitats y comenzaron a proliferar.
El problema es que muchas de las mascotas exóticas no solo se multiplicaron, sino que acabaron con gran parte de la fauna autóctona o se quedaron con la mayor parte de los territorios. Además, trajeron consigo enfermedades desconocidas que afectaron a otras especies y provocaron un desequilibrio ecológico gravísimo. Las cinco especies citadas a continuación están consideradas especies invasoras.
Cotorras
La Cotorra argentina (Myiopsitta monachus) y la cotorra de Kramer (Psittacula krameri) son aves que ingresaron legalmente a España para ser vendidas como mascotas exóticas. Y a día de hoy constituyen una auténtica plaga (como también lo son en sus países de origen) por su naturaleza dañina y afectan tanto a las ciudades como al campo.
Galápago de Florida
Esta vistosa tortuga de agua dulce (Trachemys scripta elegans) se vendía como mascotas exóticas. El problema es que no solo son longevas, sino que alcanzan un tamaño considerable, por lo que cuando sus dueños se “cansan” de ellas, las sueltan en la primera corriente de agua que se cruzan y acaban desplazando a las tortugas autóctonas de sus hábitats naturales.
Mapache boreal
El mapache (Procyon lotor) es originario de América del Norte, pero acabó en muchos bosques y montes de España. Se ha adaptado a alimentarse de cangrejos, anfibios y aves, cuando no se acerca a los núcleos urbanos y roba basura. Resulta un predador temible para la fauna local y puede ser portador de la rabia.
Cerdo vietnamita
Este cerdo (Sus scrofa domestica) es más pequeño que las razas autóctonas, pero aun así alcanzan un tamaño considerable, momento en el cual los dueños los abandonaban. A consecuencia de ello acabaron asilvestrándose e hibridando con jabalíes. Su comercio y posesión como mascotas exóticas están prohibidos desde 2019.
Coatí rojo
Este coatí (Nasua nasua) procede de las zonas tropicales de América del Sur y fue importado como mascotas exóticas. Pero en cuanto creció demostró que su cautividad era una mala idea, ya que son agresivos y olorosos. Y sus dueños no tuvieron mejor idea que soltarlos en la naturaleza. En Mallorca son una plaga local importante. Mascotas exóticas: infelices e invasoras en potencia.