El 1 de junio celebramos el Día Mundial de los Arrecifes, para concienciar a la población sobre los riesgos que afrontan estos ecosistemas marinos, debido a factores como el calentamiento de los océanos, la pesca excesiva y la contaminación.
De acuerdo a estimaciones de la División de Ecosistemas Marinos, adscrita al Programa de la ONU para el Medio Ambiente, el planeta podría perder los arrecifes de coral vivos en el mundo para el año 2050.
Para que sirven los arrecifes?
Los corales contribuyen a revertir el efecto invernadero, mediante la eliminación y reciclaje del dióxido de carbono. Sirven de hábitat de una cuarta parte de todas las especies marinas del mundo. Los arrecifes protegen a las islas y los continentes de las olas y las tormentas, contribuyendo a la supervivencia de otras especies en aguas poco profundas.
¿Cómo contribuir con la protección de estos ecosistemas marinos?
- Reduce las emisiones de C02 y el consumo de plásticos.
- Participa en proyectos de conservación de los arrecifes. Practica el buceo en el mar de manera responsable. No toques ni pises los corales.
- No compres souvenirs elaborados con corales. Utiliza bloqueadores solares amigables con el ambiente, que contengan ingredientes activos (tales como no-nano óxido de zinc).
Día Mundial de los Arrecifes 2025
Hoy 1 de junio se conmemora el Día Mundial de los Arrecifes, una efeméride que busca concienciar de la importante función que cumplen estos singulares ecosistemas para que el equilibrio global no se rompa y de las graves amenazas que pesan sobre ellos.
En el Día Mundial de los Arrecifes 2025 debemos recordar que los arrecifes de coral son un pilar de la vida marina. Su superficie total es de unos 285.000 km², lo que represente el 0,1% de la superficie del océano, pero albergan el 32% de la vida marina. Contienen una biodiversidad excepcional: más de 800.000 especies viven en los arrecifes de coral.
El arrecife de coral está formado por pólipos, invertebrados marinos pertenecientes al filo de los cnidarios, por lo que es pariente de las medusas y de las anémonas de mar. Estos pólipos se adhieren entre sí a una superficie dura para formar una colonia denominada coral.
Su supervivencia depende de una relación simbiótica con un alga fotosintética, la zooxantela, que vive dentro del pólipo. Estas pequeñas algas, a su vez, dependen de la fotosíntesis (y, por lo tanto, de la luz solar) para sobrevivir.
Estos corales de aguas cálidas construyen su propia geomorfología: utilizan la energía proporcionada por la zooxantela y el carbonato de calcio presente en el océano para construir su exoesqueleto, formando estructuras vivas que pueden alcanzar miles de kilómetros de largo. La Gran Barrera de Coral en Australia tiene 2.300 km de largo y es visible desde el espacio.
Presiones sobre los corales
Los arrecifes de coral están sujetos a multitud de presiones locales:
- La sobrepesca destruye los hábitats y la vida marina al aplicar para realizar capturas, métodos industriales y destructivos, como la pesca de arrastre, el uso de explosivos y mucho más.
- La contaminación costera provocada por las actividades antropogénicas: vertido de sustancias tóxicas, químicos, petróleo, etc. y el uso de fertilizantes en la agricultura, que libera cantidades importantes de nutrientes y metales tóxicos en los ecosistemas
- Las especies invasoras compiten con las nativas de los arrecifes y pueden introducir nuevas enfermedades.
- El calentamiento global provoca un desequilibrio en el pH, la densidad, la salinidad, etc. del agua de mar, y afecta a todos los organismos vivos.
- El cambio climático genera eventos de enorme magnitud, incluso en sitios donde nunca antes se habían padecido.
En el Día Mundial de los Arrecifes 2025 es fundamental tener en cuenta que el declive de los arrecifes comenzó a mediados del siglo XX. Antes de este período, la cubierta de coral era similar a la que se estimaba hace 10.000 o incluso 100.000 años. Desde el comienzo del uso intensivo de fertilizantes, el tráfico marítimo de agentes químicos y petróleo y el desarrollo de las infraestructuras costeras, los arrecifes del mundo entero se han reducido de forma drástica.
Cambio climático
Este evento es consecuencia de una acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera, que conduce a la destrucción de los corales en todo el mundo, por culpa del calentamiento global de las aguas y la acidificación de los océanos.
Acidificación oceánica
Alrededor del 25% del dióxido de carbono que emitimos es absorbido por los océanos. Este aumento de la concentración de CO₂ provoca la acidificación de los océanos, es decir, una disminución del pH de las aguas. La reacción de las moléculas de CO2 con las de agua (H₂O) provoca un aumento de la concentración de iones de hidrógeno que provoca la acidificación y una disminución en la concentración de carbonato, que es un compuesto esencial del esqueleto del coral. Por lo tanto, los corales crecen menos y su esqueleto se erosiona a medida que se intensifica la acidificación.
Calentamiento
El océano absorbe alrededor del 90% del exceso de calor emitido por las actividades humanas mediante, entre otras cosas, la quema de combustibles fósiles. Como resultado, el calentamiento de los océanos inducido por el cambio climático conduce a una intensificación y prolongación de las olas de calor oceánicas, que son letales para los arrecifes.
Blanqueamiento
El calentamiento de las aguas y las olas de calor que las acompañan están provocando un fenómeno masivo y global: el blanqueamiento de los arrecifes de coral. El estrés térmico provocado por una ola de calor provoca la separación del alga y del pólipo, poniendo así fin a una simbiosis que, sin embargo, es esencial.
Las algas dan color al coral, por lo que se vuelve blanco. Si las olas de calor no son demasiado largas, el coral puede recuperar sus algas y sobrevivir. Pero si la temperatura se mantiene alta durante varias semanas, el coral muere. Los corales que sobreviven se encuentran debilitados y más susceptibles a las enfermedades.