Hoy 20 de mayo se conmemora el Día Mundial de las Abejas 2024, una fecha clave para valorar a estos pequeños insectos polinizadores y su enorme importancia a la hora de mantener el equilibrio ecosistémico global y asegurar la supervivencia de todos los seres vivos.
La importancia de las abejas
En el Día Mundial de las Abejas 2024 debemos recordar que el servicio ecosistémico más conocido de las abejas es el que permite la producción de miel, cera, polen, jalea real y/o propóleo. Los beneficios para la salud de los humanos del consumo de dichos productos son enormes, pero también resulta significativa la contribución permanente que ello representa para el sector de la apicultura.
Estos productos son el resultado de un proceso de transformación que se hace dentro de la colmena por abejas gestionadas, pero en realidad la polinización de cultivos realizada por todo tipo de agentes de polinización es responsable de la producción de muchos alimentos (frutas, verduras) y de otras materias primas (algodón, caucho, medicinas).
El Día Mundial de las Abejas 2024 surge justamente con el objetivo de promover el conocimiento del valor que tienen estos pequeños insectos en la soberanía alimentaria de todas las naciones del mundo. Y de lo necesario que es protegerlas y preservarlas.
Día Mundial de las Abejas 2024: abejas y humanos
Las abejas contribuyen en gran medida a nuestra dieta, pero también al equilibrio económico de la agricultura. Además, juegan un papel activo en la producción y reproducción de la fauna y de la flora silvestres de todo tipo de paisajes, por lo que brindan un servicio imprescindible preservando los ecosistemas, muchos de los cuales integramos y de los que también dependemos.
En el Día Mundial de las Abejas 2024 tenemos que tener muy claro que los humanos no moriríamos de hambre si las abejas desaparecieran, pero las consecuencias de su extinción serían muy perjudiciales. Ya que el 40% de los nutrientes que consumimos en la actualidad provienen de cultivos dependientes de polinizadores, entre los que se encuentra el 90% de la vitamina C.
Esto implica que, si bien podríamos sobrevivir a su desaparición completa, nuestra salud se vería gravemente afectada. En las zonas más ricas del planeta sería posible sustituir parte de los alimentos faltantes. Pero las naciones más vulnerables podrían perder gran parte de su población por inanición, ya que hay países que dependen de ciertos cultivos como base de su alimentación y no tiene los recursos suficientes como para realizar los cambios que les permitan salir adelante de un trance como este.
El declive de las abejas es muy real
Estos insectos extremadamente preciosos están disminuyendo de forma alarmante y ese es uno de los mensajes principales del Día Mundial de las Abejas 2024. Los expertos coinciden en que la intensificación de las actividades agrícolas, los agroquímicos y pesticidas, la destrucción de los hábitats naturales, las enfermedades, el cambio climático y/o las especies exóticas invasoras como la del el avispón asiático (que resulta letal para las abejas) están causando dicho declive.
Todos estos factores son culpa de las actividades antropogénicas, puesto que el ser humano en general se preocupa de su propio beneficio y bienestar, así estos les cuesten la existencia a otras especies. Buen ejemplo de ello es que, las políticas agrícolas, especialmente las de los países más desarrollados, que potencian y priorizan la productividad frente a la calidad y la sostenibilidad.
En el Día Mundial de las Abejas 2024 debemos tener en cuenta que si las abejas realmente desaparecieran, se producirían reacciones en cadena, que involucraría a todos los sectores económicos, las sociedades y los ecosistemas. Los cultivos que dependen de este tipo de polinización verían reducidos sus rendimientos, lo que implicaría aumento de costes y disminución de beneficios, el mercado se resentiría y los precios se dispararían a nivel mundial, por lo que, por ejemplo, una naranja costaría una fortuna.
Ello pondría en riesgo la salud mundial, puesto que los cítricos proveen de la mayoría de la vitamina C que se consume. Pero también se vería afectada la biodiversidad, puesto que cada árbol no solo da frutas, sino que es en sí mismo un ecosistema y al desaparecer acabaría con otras especies en cadena, rompiendo el equilibrio ecosistémico local, lo que acaba afectando al ecosistema planetario. Cuando se acaben las amenazas para estos insectos, será el momento de que el Día Mundial de las Abejas 2024 pierda su razón de ser.