El Día Mundial del Mono se celebra cada 14 de diciembre con el objetivo de sensibilizar sobre la importancia de su conservación y evitar su extinción, pues según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), 25 especies de primates, entre ellas los monos, están catalogadas en la lista roja como ‘en grave peligro de extinción‘, debido a amenazas como la deforestación, la caza furtiva y el tráfico ilegal de animales.
Cuando nos preguntamos por qué hay que salvar y respetar a los monos debemos tener presente un concepto fundamental. Y es el de entender que cada especie, considerando todos sus cambios taxonómicos, implica una nueva perspectiva para la conservación y la salud de nuestro planeta. Porque en el gran ecosistema llamado Tierra, todos somos necesarios.
Desde el momento en que Darwin dijo que una especie es un término asignado arbitrariamente a un grupo de individuos similares entre sí, las cosas no han cambiado mucho. Especialmente, a nivel de la conservación y protección de la biodiversidad. Y ello a pesar de los nuevos conocimientos sobre la herencia genética de los animales.
La gran mayoría de ellos están en peligro de extinción, principalmente por culpa de las acciones humanas. Además, no todas las especies pueden distinguirse entre sí únicamente por su base morfológica, es decir, por similitudes y diferencias.
En la naturaleza, los monos son los animales genéticamente más cercanos al ser humano, es decir, al Homo sapiens. De hecho, el chimpancé comparte el 99% de su material genético con nosotros. Pero también tenemos muchas coincidencias genéticas con el resto de los monos.
Graves amenazas
Los monos viven en casi todo el mundo, excluyendo América del Norte, la Antártida y Oceanía. Y en todos sus hábitats han sido víctimas de las acciones antropogénicas. La deforestación resulta fatal para ellos. Ya que cuando no acaba con sus territorios los fragmenta, impidiendo el cruce regular de material genético, lo que va en detrimento de su supervivencia.
El envenenamiento de suelos, aguas y aire también resulta fatal para los monos, que sufren de enfermedades degenerativas y endémicas por ser vecinos nuestros. La contaminación resulta realmente fatal para ellos, porque también afecta a la fauna y flora de la que se alimenta.
La caza furtiva es otra de las amenazas a las que se ven expuestos estos animales. El género loris está desapareciendo por el capricho de muchos de tener un animal exótico. Y lo mismo les sucede a otros primates, que se encuentran en situaciones críticas, a pesar de ser especies protegidas.
Monos en peligro de extinción
Según estimaciones de la UICN, un tercio de los lémures de Madagascar y alrededor de una cuarta parte de los monos africanos están en peligro de extinción. Entre los simios antropomórficos, el gorila de llanura (Gorilla gorilla gorilla), el gorila de río Cross (Gorilla gorilla diehli) y el gorila de montaña (Gorilla gorilla beringei) son los más afectados. Ya que han pasado de estar en una situación peligrosa a una situación grave de peligro de extinción.
En el mismo nivel podemos incluir al orangután de Borneo (Pongo pygmaeus) y al orangután de Sumatra (Pongo abelii) que figuran en la lista roja de la UICN en peligro crítico de extinción. Finalmente, los chimpancés (Pan troglodytes y Pan paniscus) se encuentran catalogados como ‘en peligro’.
En conclusión, la situación de los monos en general es muy grave, pero a muchos les parece que todo esto tiene poca importancia. Por eso es tan importante este Día Mundial del Mono 2024.