La flor más grande del mundo al borde de la extinción. Un grupo internacional de científicos, incluidos botánicos del Jardín Botánico de la Universidad de Oxford, ha hecho un llamado urgente. Proponen una acción coordinada para salvar el icónico género Rafflesia, que incluye las flores más grandes del mundo.
La flor cadáver
Las Rafflesia constituyen uno de los mayores enigmas botánicos y han despertado la curiosidad entre los científicos durante siglos. La planta es un parásito que infecta las vides tropicales en las selvas del sudeste asiático (Brunéi, Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia).
Durante la mayor parte de su ciclo de vida, Rafflesia permanece oculta a la vista. Solo existe como un sistema de filamentos en forma de hilos que invaden a su huésped. A intervalos impredecibles, el parásito produce un capullo parecido a una col.
Este atraviesa la corteza de la vid y eventualmente forma una flor gigante de cinco lóbulos, de hasta un metro de diámetro. Esta produce un olor muy desagradable y característico a carne podrida para atraer a las moscas polinizadoras. Por ello se le conoce comúnmente como la «flor cadáver».
Con un ciclo de vida tan difícil de alcanzar, la Rafflesia sigue siendo poco conocida. Y todavía se están registrando nuevas especies. Para comprender mejor la vulnerabilidad de estas plantas únicas, un grupo de científicos estableció la primera red global coordinada para evaluar las amenazas que enfrenta estas singulares flores.

42 especies diferentes y amenazadas
Los resultados del estudio encontraron que las 42 especies de Rafflesia están amenazadas. Según los criterios utilizados por la UICN, los científicos clasificaron 25 como «en peligro crítico», 15 como «en peligro» y dos como «vulnerables». Además, más de dos tercios (67%) no están protegidos por estrategias de conservación regionales o nacionales.
Las especies de Rafflesia suelen tener distribuciones muy restringidas. Lo que las hace particularmente vulnerables a la destrucción de su hábitat. El estudio encontró que muchas de las poblaciones restantes contienen solo unos pocos individuos ubicados en áreas desprotegidas en riesgo crítico de conversión para la agricultura.
Dado que los intentos de propagar Rafflesia en jardines botánicos han tenido un éxito limitado hasta ahora, la conservación del hábitat es una prioridad urgente. Para abordar estas amenazas, los investigadores recomiendan que todas las especies de Rafflesia se agreguen inmediatamente a la Lista Roja de la UICN. Actualmente, solo figura una en la lista: Rafflesia magnifica.
Planes de acción
El equipo propone un plan de acción de cuatro puntos para gobiernos, centros de investigación y organizaciones conservacionistas.
Proteger los hábitats
El primero es una mayor protección de los hábitats de Rafflesia dirigida a las poblaciones en mayor riesgo. La protección del hábitat fue identificada como la mejor herramienta para la conservación de Rafflesia.
Los bosques del sudeste asiático son los que desaparecen más rápidamente en todo el planeta. Y muchas de las poblaciones conocidas de Rafflesia están peligrosamente cerca de asentamientos humanos en crecimiento.

Comprensión
Resulta fundamental que la gente comprenda mejor toda la diversidad de Rafflesia que existe. Y su rol en los ecosistemas. Para informar a quienes toman decisiones. Se cree que muchas de las especies de Rafflesia aún permanecen indocumentadas, mientras que otras se extinguieron antes de que la ciencia las conociera.
No podemos proteger lo que no sabemos que existe. Por lo que se requieren expediciones de muestreo y análisis genéticos para comprender cuántas especies de Rafflesia existen realmente. Y conocerlas más para poder protegerlas.
Propagación
Resulta fundamental desarrollar métodos para propagar exitosamente Rafflesia fuera de su hábitat nativo. Estas podrían incluir el injerto de vides infectadas con Rafflesia en vides no infectadas. Especialmente en el caso de especies cuyo hábitat está en peligro de sucumbir a la deforestación. La flor más grande del mundo al borde de la extinción.
Ecoturismo específico
Introducir nuevas iniciativas de ecoturismo serviría para involucrar a las comunidades locales en la conservación de Rafflesia. Proporcionar financiación y capacitación a guías especializados locales sería una forma eficaz de ayudar a proteger las poblaciones locales de Rafflesia. Crear conciencia sobre la necesidad de conservación. Y promover su protección mundialmente.
Historias de éxito
A pesar de los desafíos, el estudio también destacó valiosas historias de éxito que podrían ofrecer información importante para la conservación de Rafflesia en otros lugares. Estos son algunos ejemplos de ello.
El Jardín Botánico de Bogor en Java Occidental, Indonesia, se ha convertido en un centro de excelencia para la propagación de Rafflesia. Gracias a una serie de eventos de floración exitosos, incluidos 16 de la especie Rafflesia patma. Las actividades de intercambio de conocimientos ayudarían a difundir las mejores prácticas en regiones donde esto se necesita con urgencia.
En Sumatra occidental, grupos de aldeanos locales se están beneficiando del ecoturismo de Rafflesia formando ‘pokdarwis’. Es decir, grupos de sensibilización turística vinculados a las redes sociales. Muchos de ellos anuncian eventos de floración de Rafflesia en plataformas de RRSS para crear conciencia entre las poblaciones y atraer turistas.
Estos ecoturistas no solo serán fuentes de ingreso locales. Si no que, al mismo tiempo, ayudarán a gestionar cuidadosamente los riesgos de, por ejemplo, el pisoteo. Estas actividades podrían desarrollarse como modelo para difundirlas en áreas donde la participación de la comunidad en la conservación de Rafflesia es escasa. La flor más grande del mundo al borde de la extinción.
Referencia: artículo publicado en Plants People Planet