Zoonosis: Los 10 mandamientos para veterinarios y médicos. La última pandemia puso en evidencia la necesidad de contar con un sistema de vigilancia proactivo que vele por la seguridad de todos los habitantes del planeta. Y que cuente con la máxima transparencia por parte de todos los gobiernos nacionales para mitigar el cambio climático, reduciendo la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
- Existe una relación muy estrecha entre el comercio internacional y las enfermedades emergentes y tenemos que defender la consolidación de la idea de una sola salud global «One World, One Health» que proteja a la vez ecosistemas, fauna, flora y humanos.
- El desarrollo económico de muchos países está haciendo que las personas invadan la vida silvestre. A esto hay que sumar un elemento crucial, la cada vez más alta densidad de población humana y su movilidad sin precedentes que promueven infinidad de vías de contagio.
Brechas en la naturaleza
- Las pandemias tienen lugar cuando abrimos brechas en la naturaleza de forma desbordada e incontrolada, como las que causan el comercio, la caza y el consumo de animales silvestres, la deforestación o la sobreexplotación ganadera. Todo ello rompe el efecto protector de la biodiversidad y favorece el trasvase de patógenos.
- Es necesario cambiar el paradigma de actuación frente a las pandemias, porque otras nuevas emergerán en el futuro. Para ello se requiere no solo más investigación en los laboratorios, sino también inventariar los potenciales virus emergentes y saber qué condiciones ambientales favorecen el salto de patógenos animales o vegetales a humanos.
Prevención de las zoonosis
- La prevención de eventos de enfermedades requiere la coordinación de los sectores de la vida silvestre, el medio ambiente, la salud humana, animal y vegetal. La prevención siempre es preferible al control, porque limita activamente el impacto de la enfermedad.
- Reflexionar sobre qué gestión de los ecosistemas haremos para que el próximo agente infeccioso emerja lo más tarde posible, cómo fortaleceremos nuestros sistemas sanitarios y nuestra capacidad de reacción ante las pandemias del futuro y de qué forma abordaremos las crecientes desigualdades sociales y los efectos de la globalización y el cambio climático.
- Limitar la interacción entre especies domésticas y de estas con el ser humano, sobre todo en ambientes estresantes. A su vez, la adopción de estrictas medidas de bioseguridad en las explotaciones puede evitar el contacto directo entre los microorganismos que portan muchas especies domésticas y el propio ser humano.
Cambio de hábitos
- Se hace necesario cambiar hábitos y costumbres humanas para evitar las zoonosis . El consumo de productos como la sangre es tradicional en la gastronomía de los cinco continentes. El consumo de especies silvestres también puede constituir un riesgo importante de contactar con agentes peligrosos, aunque el riesgo de generación de pandemias parece menor. Debemos limitar o reducir el consumo de algunas especies o la preparación de determinados platos culinarios.
- Establecimiento, mejora y refuerzo de los sistemas de vigilancia epidemiológica a nivel mundial. Las últimas pandemias han puesto en evidencia la necesidad de contar con un sistema de vigilancia activa de agentes zoonóticos que vele por la seguridad de todos los habitantes del planeta y que cuente con la máxima transparencia por parte de todos los gobiernos nacionales. Es necesaria una acción coordinada de la Organización Mundial de Salud (OMS), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y los gobiernos, al objeto de adoptar mejores mecanismos de vigilancia, diagnóstico, alerta y actuación ante la aparición de una posible enfermedad potencialmente pandémica.
- Mantener el medio ambiente en buen estado (mitigando el cambio climático, reduciendo la pérdida de la biodiversidad y las distintas formas de contaminación) está entre las mejores inversiones que pueden hacerse en materia de salud. El presupuesto sanitario dedicado a fomentar la One Health debe aumentar significativamente.
















