El sistema propuesto desde ITA evalúa la energía entregada al usuario final (energía útil), así como la disipada por fricción en tuberías o en válvulas y la que escapa del sistema a través de las fugas (energía pérdida). Una vez calculada la cantidad de energía perdida, «se puede delinear las directrices futuras para reducir el consumo energético en la red de distribución».
Según explicó Miguel Ángel Pardo, uno de los autores del proyecto -coordinado por los profesores Enrique Cabrera y Ricardo Cobacho, también autores del mismo-, esta nueva herramienta permite determinar la energía invertida en la red de distribución y cuantificar la energía perdida en fugas. Lógicamente, el interés por reducir las fugas en una red de distribución aumenta si la huella energética del agua -la energía invertida desde su detracción del medio natural hasta su inyección en la red- es elevada, como ocurre por ejemplo en agua proveniente de trasvase o desalada.
«Con esta herramienta somos capaces de determinar cuánta energía hay que introducir en el sistema, y el gestor de un abastecimiento puede percatarse de los ahorros potenciales energéticos asociados a la reducción de fugas en la red de agua». Además, el ahorro de energía se traduce en ahorro de emisiones. Aunque tanto el origen del agua (huella energética) como el origen de la energía influencian esta relación.
Los investigadores del ITA han estudiado igualmente la relación entre las fugas en las redes de distribución y la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Por el momento, se han centrado en la reducción de emisiones de toneladas de CO2 a la atmósfera (créditos de carbono según se definió en el protocolo de Kyoto, 1997), aunque al utilizar el modelo «Water to Air», desarrollado por el Pacific Institute, se pueden calcular las emisiones de otros contaminantes.
Esta nueva metodología será aplicada próximamente en tres ciudades de la Toscana italiana (Ponsacco, Altopascio y Castelfiorentino), después de haber firmado un convenio con la compañía que opera en el entorno de Pisa. A escala nacional, existe un acuerdo para determinar la energía consumida en todo el ciclo urbano del agua en la ciudad de Valencia.
Las investigaciones desarrolladas por los investigadores del ITA se publicarán próximamente en la revista «Journal of Water Resources Planning and Management», una de las publicaciones internacionales más importantes en el ámbito de la Hidráulica, editada por la American Society Of Civil Engineers.
CONSUMER – EROSKI