Los transgénicos se obtienen a través de la modificación de genes de plantas, animales y microorganismos con el fin de generar nuevos seres que nunca hubiesen existido en la naturaleza sin manipulación genética.
Los organismos modificados genéticamente (OMG) o transgénicos no son una extensión de la agricultura tradicional, ya que sobrepasa las barreras entre especies. Además, los conocimientos científicos actuales no son suficientes para predecir su evolución e interacción con otros seres vivos fuera de un ambiente confinado.
Hay muchas razones que explican el grave problema que representan los transgénicos. Especialmente para los que pretenden llevar una vida saludable.
Una de ellas es que los genes transgénicos son a menudo “dominantes». Esto implica que se heredan a expensas de los genes que no han sido alterados. Y prevalece durante la polinización cruzada entre los OMG y las especies convencionales.
Los primeros cultivos transgénicos que se comercializaron fueron: el maíz, algunas semillas oleaginosas y la remolacha azucarera. Pero lo que no se les dijo a los agricultores era que el riesgo de que otros tipos de cultivos fueran contaminados por los transgénicos era de medio a alto.
Cultivos contaminados
Para evitar la polinización cruzada, las normas indican que la distancia entre plantaciones OMG y las que no lo son debe ser de al menos 50. Pero el polen que transportan los agentes de polinización es capaz de llegar bastante más lejos.
De hecho, las abejas pueden llegar a volar entre 8 y 10 kilómetros. Por lo que el polen de los OMG se ha encontrado en muchas colmenas, dentro del ámbito de vuelo de estos insectos, que cubren los campos de cultivo transgénico más cercanos.
Los descuidos en el campo son fatales para quienes tiene cultivos transgénicos cerca. Las semillas vuelan o son transportadas por otros animales. Por lo que en campos libres de transgénicos, es imposible asegurar que no se acabe por cultivar un OMG. Especialmente si los terrenos se emplean para producir el mismo tipo de producto.
Salud
En cuanto al tema de la salud, lo que se suele decir es que es muy temprano para decir cuáles son los efectos de este tipo de productos sobre los seres humanos y la biodiversidad. Con ese criterio, ¿hay que esperar que las subsiguientes generaciones tengan taras o problemas graves para detener esta locura?
Porque si hay algo que está claro es que hay cierto tipo de modificaciones genéticas que son completamente ajenas a los humanos y a los demás seres vivos. Esto podría desencadenar procesos alérgicos. Un aumento en la intolerancia a ciertos alimentos y hasta la disminución de las defensas y de la resistencia a virus y bacterias.
Agricultura y medio ambiente
La realidad es que la mayor parte de las empresas a nivel mundial que empleaban este tipo de productos para el consumo humanos, ha dejado de hacerlo. Desde el sudeste asiático, que era el principal comparador de los OMG de América, cesó la adquisición de estos cultivos por considerarlos poco seguros.
Pero lo que sí se sigue haciendo es usarlos para alimentar al ganado y a muchísimos animales de granja. Es decir, que finalmente llegarán a nosotros o al resto de la biodiversidad. Parece mentira que se emplee cereales libres de transgénicos para hacer biodiésel y los OMG acaben indirectamente en los platos de todo el mundo.
En cuanto al medio ambiente, una de las consignas más famosas de los pro-transgénicos siempre fue que reducían radicalmente el empleo de herbicidas. Algo que se demostró que es absolutamente falso. En realidad, cada año se necesitan más herbicidas. Porque la naturaleza es sabia y las plantas se van adaptando a los venenos. Por lo que no se mata lo que se desea, pero en su lugar perecen cientos de especies por ‘error’.
No deberían alimentar a nadie y menos a los pobres
Entre los apologistas de los transgénicos corren infinidad de mentiras y bulos. Pero sin dudas la de que será la fórmula para acabar con el hambre mundial es la mayor de ellas. En primer lugar, porque, como ya ha quedado claro, pueden ser nocivos para la salud.
O sea que lo único que harán será acelerar la despoblación de los países menos desarrollados. Que como son los que generalmente los cultivan, ya estarán siendo afectados por los pesticidas y herbicidas que se ven obligados a usar.
Y en segundo, porque está muy claro que los cultivos transgénicos no son más baratos de producir. Porque los costes de las semillas son mayores. Se depende de la compra de estas, año a año, ya que las que se producen son infértiles (se llaman cultivos ‘terminator’). Y porque requieren cada vez un mayor aporte de agroquímicos, como es el caso de los pesticidas o los herbicidas como el glifosato de Monsanto (hoy Bayer).